Hace años cuando empezó el bum de los libros de 50 Sombras de Grey se le atribuyeron múltiples elogios, describiéndola como “liberadora” hasta “porno para mamás”, pasando por “baja literatura y llena de clichés” haciendo honor a la historia de la cual había tenido inspiración: Crepúsculo. Pero ¿y qué? si algo nos ha enseñado Hollywood es que pueden hacer buenas películas de malas historias… ¿o no?
La adaptación cinematográfica llegó a los cines de México y de todo el mundo el pasado 12 de febrero después de haber sido atrasada con el fin de aprovechar este mes y hacerla mas cercana a las parejas que buscan un buen y empalagoso titulo que haga añorar tener ese tipo de amor.
Anastasia Steele es una ingenua, nerviosa y muy gris estudiante universitaria que por asares del destino tiene que entrevistar al magnate, interesante y guapo Christian Grey que al instante queda atado por una inmensa e inexplicable atracción hacia Ana.
Después de la entrevista pareciera que la excitante experiencia quedará en la mente de la virginal Anastasia, pero no, aquí es cuando empieza el acoso… el cortejo del Christian del que pareciera que sus múltiples negocios pueden esperar y decide, románticamente (¿?) visitar a Ana en su (también aburrido) trabajo en una ferretería.
Aquí es cuando es obvio que el millonario pretende algo mas con la chica, cosa que queda claro cuando la invita a salir y demuestra, como en toda la cinta, su comportamiento controlador y dominante, pero ¿Qué importa? él puede hacerlo porque es guapo y eso prende.
La historia sigue y nos damos cuenta que el romance no es lo de Christian, no así como los latigazos y la dominación, lo que a la pequeña Ana intimida pero que aun así lo encuentra atractivo e irresistible, haciéndola romper sus propios paradigmas y preguntándose si unos cuantos moretones valen la pena con tal de estar cerca de aquel misterioso hombre.
La historia nos fue vendida como transgresora y referente del cine erótico, sin embargo el publico es azotado (¿entienden? azotado) por un extraño híbrido entre una mala historia de amor, llena de lineas que hacen honor a su origen, que nos devuelven al siglo 19 en el que la mujer virgen siempre es la mas apreciada, la mas pura y la que merece al hombre experimentado y lleno de fantasmas, o sombras en este caso, y un mal logrado filme erótico que los que hayan visto “La vida de Adele” y sus 7 minutos de sexo saben lo que es una verdadera escena sexual
Al final las 50 sombras de Grey parecen mas bien pequeños rayones en una lista de películas llenas de contrastes obscuros y bien delineados colores.
