Cuando supe que Joan Rivers había muerto el pasado jueves no me cayó el veinte inmediatamente. Después de los típicos programas que siempre hacen cuando una celebridad muere, me di cuenta de lo que en realidad había contribuido esta mujer al mundo del espectáculo.
Nacida en 1933, conocido como el peor año de la depresión en estados unidos, Joan una niña judía nacida en Nueva York estaba destinada a tener una vida muy contraria al año que vio la luz.
Como en muchas de las carreras más brillantes ella nunca se imaginó ser una de las principales exponentes del humor del siglo pasado y actual ya que fue la primera mujer en tener un espacio en un reconocido programa nocturno en la unión americana, abriendo así un espacio para su género.
Más recientemente, y como yo la conocí fue en el famoso programa “fashion police” en el que sus aguerridos, ácidos, pero siempre atinados comentarios sobre la ropa que los famosos usaban desde la alfombra roja hasta para un evento especial eran conocidos y admirados por todo el mundo.
“Digo lo que todos piensan pero que nadie se atreve a decir” – dijo cierta vez.
No cabe duda que este año se han ido grandes personalidades. Joan no se fue sola, ese mismo día Gustavo Cerati la acompaño y dejó también un hueco profundo en el rock en español de todos los tiempos.
No habrá nunca otra comentarista de moda, humorista y ser humano donde sus palabras traspasen la frontera de lo ofensivo y aun así te rías a carcajadas.
Desde luego te das cuenta cuando es importante saber irte sin – literalmente – quedarte con las ganas de haber dicho algo.
D.E.P Joan Rivers 1933 – 2014 .
