Te cuento que este sábado me tocó ver un partido de mi amado equipo de fútbol, el Cruz Azul (aquí vienen las burlas…). Un partido contra los Tigres; un partido reñido, de garra, de esos que a la afición nos gusta ver. Se acabó el primer tiempo y el Cruz Azul, que era el equipo local, se fue al vestidor perdiendo por la mínima diferencia (0-1).
Al medio tiempo el equipo necesitaba ánimo, motivación, empuje, apoyo… Estaba en su casa y podía remontar. Ya sea por medio de la afición, de su entrenador o de perdis del sonido local, el equipo necesitaba encontrar algo que sirviera como un revulsivo.
Pues te platico que cuando salió el equipo a enfrentar el segundo tiempo, ¡estaba sonando por parte del sonido local la canción de “5 minutos”! Sí. La de Gloria Trevi… (Por si no la conocen les dejo la joya).
Independientemente si te gusta o no la canción, estarás de acuerdo que no es precisamente la clase de rola que escucharían 11 hombres para remontar un resultado contra otros 11 hombres, y claro que tampoco es una canción con la cuál la afición se pueda enervar y alentar con todo a su equipo.
Eso, querido lector, también es mercadotecnia pues cuando vas a un partido a ver a tu equipo favorito y a tus jugadores favoritos…. ¡Por supuesto que te quieres sentir parte del equipo! Y Gloria Trevi no es precisamente el mejor referente.
Hay equipos dentro de la liga que comprenden este aspecto, los Tiburones Rojos del Veracruz por ejemplo, ponen el tonito de la peli “Tiburón” en cada tiro de esquina, o los Jaguares de Chiapas reproducen un rugido de Jaguar en cada jugada a favor de su equipo. Bien por esos equipos que entienden que la identidad con el equipo implica más que poner música sólo por ponerla.
A pesar de que existen muchas activaciones que realizan las marcas patrocinadores en los medios tiempos, creo que hay una oportunidad de identificar mayormente al equipo con su afición (hay que recordar que tanto el rating como las entradas a los estadios han ido en decadencia en los últimos años).
Así que ya que no podemos cambiar el inicio de cada partido (que no es otra cosa que una imitación vil e inverosímil de la UEFA Champions League; digo, ¡¿quién diablos se traga eso del niño diciendo: “juega limpio, siente tu liga”?!), mi propuesta es cambiar ese aburrido ritual en los inicios , medios tiempos y finales de los partidos de fútbol de nuestra liga y mirar un poco a toda la merca que le ponen los equipos gringos.
Me viene a la mente el intro de los Chicago Bulls en la era Jordan
O el intro “Take the camp” que utilizan los Seahawks de Seattle para salir al campo, utilizando un halcón real como guía y Bittersweet Symphony de fondo.
Incluso nuestro equipo de basquetbol “Los Santos Reales de San Luis” utilizaba como intro “We will rock you” de Queen, y al finalizar cada partido, si ganaban, el auditorio entonaba con la ayuda del sonido local “Another one bites the dust” (otro más que muerde el polvo) del mismo Queen. Como resultado, los auditorios se llenaban a tope y el equipo resultó campeón nacional en el 2004 (Aunque no lo creas, San Luis fue, algún día, campeón de básquet).
Hasta Cristian Castro hizo una propuesta formal para que Billy Álvarez, Presidente del equipo, lo tomara en cuenta y dejara de lado a la Trevi para el tema motivacional del Cruz azul. Chécalo:
Sinceramente creo que un equipo podría cosechar mucho con un marketing bien ejercido. ¿Tú qué piensas amigo Kalocho? Te doy 5 minutos… ¡desahógate!
