Esa Tremenda Soledad…

[dropcap size=small]M[/dropcap]uchas veces algunos de nosotros tendemos a querer tener “tiempo a solas”, lo cual no tiene nada de malo pero a veces no es muy bien percibido en la sociedad, es algo que muchos practicantes consideran de gran provecho. Muchas personas llegan a ser vistas como “introvertidos” siendo que esto no afecta para nada la conducta general de una persona.

Y como soy tan ñoña busqué la definición de la palabra “introvertido” y esto fue lo que encontré:
adj. y s. Que exterioriza poco sus sentimientos” y tenía un ejemplo un poco extraño: “parece antipático, pero en realidad es introvertido.”.
Antes que nada, ¿QUÉ? ¿Por qué asocian el ser introvertido con la antipatía? Si me preguntan a mí, yo creo que el ser un poco más serio y el no “anunciarnos” tanto no nos hace antipáticos.

Creo que obviamente hay una idea errónea sobre lo que realmente es querer un poco de tiempo a solas. No hay nada mejor para las personas que pasar tiempo de calidad con ellos o ellas mismas, es una de las formas en las que se puede aprender sobre cada uno de nosotros, es un tiempo en el que podemos analizar las cosas con más calma –por ejemplo es como cuando decimos “lo voy a consultar con la almohada”-, en pocas palabras es un tiempo de aprendizaje, de madurez y de calidad con nosotros mismos.

En palabras propias de Carl Gustav Jung (un médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo):

  1. La introversión es una actitud típica que se caracteriza por la concentración del interés en los procesos internos del sujeto. Los introvertidos se interesan principalmente por sus pensamientos y sentimientos, por su mundo interior. Tienden a ser profundamente introspectivos.
  2. La extraversión, por el contrario, es una actitud típica que se caracteriza por la concentración del interés en un objeto externo. Los extravertidos se interesan por el mundo exterior de la gente y de las cosas, tratan de ser más sociables y de estar más al tanto de lo que pasa en su entorno.

Llega a una interesante conclusión: nadie puede ser completamente introvertido o extrovertido, sin embargo como individuos tendemos a acercarnos más a una u otra actitud. No hay nada que como personas podamos disfrutar más que un poco de tiempo a solas, y repito nuevamente; no significa que el que nos guste pasar tiempo sin compañía externa nos haga ermitaños, más bien es algo que nos ayuda a alcanzar de alguna forma u otra un tipo de madurez emocional que no alcanzaríamos en compañía de personas.

Este tipo de madurez emocional la podemos conseguir si llegamos a darnos cuenta que el estar solos o solas no va a afectar la forma en la que llevamos nuestras relaciones, hay veces que lo único que necesitamos e tomarnos un tiempo separados de los que queremos, y si me preguntan la palabra “tiempo” en cuanto a las relaciones está mal empleado; espacio es una mejor forma de llamarlo.

Muchas veces como seres humanos tendemos a sentirnos de alguna forma u otra sofocados, y el no saber manejar este sentimiento pude hacer que las cosas se lleguen a complicar. Y tah dah, ahí es donde entra el mágico tiempo a solas, un tiempo en el que podemos reflexionar la realidad de las situaciones sin distracciones, y sin personas de por medio. Esto como ya mencioné nos va a ayudar a ser más críticos, mejores pensadores y hasta nos ayuda a sentirnos mejor en nuestra piel, en mi muy humilde y personal opinión este es u auténtico tiempo “uno a uno”.

Puede que no sepa bien cómo explicar bien el simple hecho de que decidamos pasar un poco de tiempo a solas nos ayuda a crecer, muchas veces nos merecemos esos pequeños “escapes” del mundo real y es la mejor forma de alcanzar un descanso espiritual y mental. Si querer pasar tiempo a solas me hace una persona introvertida entonces llámenme introvertida, necesito pequeñas pausas hasta de las personas que más quiero y algunas veces el ser “introvertida” me ha  ayudado a sacar todo lo negativo que me rodeaba –llámense personas o hasta dejar de comer salsa por mi gastritis- y siento que cada que lo hago estoy un paso más cerca de lograr una genuina felicidad.

Así que ahí lo tienen soy una persona introvertida que a veces prefiere pasar algunas tardes en compañía de algún libro o buena película en vez que de una multitud de personas, me gusta tomarme ese tiempo de calidad conmigo misma sin dramas y sin molestias, simplemente disfrutar de un poco de tranquilidad. Así que los quiero invitar a todos y cada uno de ustedes mis queridos lectores a que prueben los efectos de estos maravillosos “tiempos uno a uno”, conózcanse y disfruten de su compañía y de la soledad ya que, de cierta forma; solo así can a poder descubrir quienes son en verdad y lo que los hace especiales.

Au revoir!

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