Adán Jodorowsky, mejor conocido como Adanowsky hijo del multifacético Alejandro Jodorowsky ha renacido como una estrella del glam en su nuevo disco, Ada, que salió a la venta el 1ero de abril pasado. Provocador, misterioso, siempre transgresor y en esta ocasión, claramente enfocado a la pista de baile es como se presenta nuevamente el cantautor.
Éste es el tercer álter ego que conforma una trilogía conformada por El ídolo (2008), una estrella de rock que murió en escena en el último concierto de la gira del disco homónimo .El segundo, Amador (2010), llegó a cantar himnos al amor y a la esperanza a la humanidad al lado de personajes como Devendra Banhart, pero como era de esperarse, corrió con la misma suerte de su predecesor. Ahora, Adanowsky regresa con un nuevo personaje inspirado en la época glam de finales de los 70’s y principios de los 80’s llamado simplemente Ada. En una entrevista para Rolling Stone declaró: “Ada, me llamo. Ada, que es la aceptación de mi parte femenina. El hombre que no respeta a la mujer no se respeta a sí mismo, porque no respeta su parte femenina.”
A continuación procederé a dar una pequeña síntesis y opinión de cada uno de los tracks que conforman Ada:
El disco comienza con Welcome To My World, un intro muy corto que a pesar de estar conformado por sintetizadores, no ofrece mucha información acerca del contenido, es una presentación demasiado misteriosa. A continuación suena Dancing To The Radio, la primer carta presentada por Adanowsky como sencillo, una canción alegre y totalmente ochentera, suena bien, pero aún es difícil asimilar su forma de cantar, el idioma y la estructura de la canción en sí, ya que es algo completamente diferente a lo presentado en sus álbumes anteriores. Aunque el estilo ya está claro: falsetes, melodías frescas y bailables y una base de sintetizadores totalmente retro.
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Sexual Healing es una canción muy agradable desde el primer sonido, muy acorde a la nueva era del disco (Nü Disco), con guitarras funky, una línea de bajo bailable y buen uso de sintetizadores todo parece ir muy bien hasta el momento. Crossing The Line tranquiliza un poco la euforia sin dejar de lado el ritmo bailable, un track completamente ochentero, muy bien producido, una buena canción en general.
I Don’t Love You parece a primera vista una canción grabada en aquella colorida época, guitarras alegres, baterías distorsionadas y frases pegajosas. Me recordó por un momento a Culture Club. Hay que poner atención a la letra, parece ser una canción feliz, pero es hasta cierto punto cruel, recuerda un poco a los versos de Nunca Te Amé, de Amador. Todo va bien por el momento. Rock Me es un track un poco más íntimo y funk, pero no deja de ser disfrutable y pegajoso, palomita para esta canción. Let’s Bring It Back parece ser de mis favoritas hasta el momento, apuesta por un sonido más disco, coro pegajoso, excelentes arreglos de guitarra y el final es perfecto para mover el bote. ¡A bailar! (Si es que no lo hacían desde el principio del álbum).
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Would You Be Mine, una balada synth lenta que en lo personal no termina de convencerme, una canción algo floja, parece que es el primer punto malo hasta el momento. You’re My Lover es la canción más pegajosa del disco, probablemente te haga mover la cabeza y ¿por qué no? sonreír un poco, incluye una versión en inglés y otra en español, la segunda suena un poco floja, probablemente por la traducción de la original. A continuación suena Get Up And Fight, que de primera impresión me trajo a la mente, 99 Ballons, de Nena, un gran hit de los 80’s, en realidad no presenta algo nuevo, puede que pase desapercibida. La siguiente canción es No Te Quiero, versión en español de I Don’t Love You, suena bien a pesar de la traducción.
En general la impresión que me llevé del álbum en la primera escucha (mismo momento en que escribo esta reseña) fue buena, aunque parece un poco repetitivo, hay algunos tracks que destacan, y otros que pueden quedar en el olvido, todo depende de la manera en que maneje la salida de sencillos. Es un disco que cambia completamente el panorama que dejó Adanowsky con Amador, cambio radical del folk al electropop, incluso la temática de las letras es muy notorio, hay historias de amor, experiencias personales y hasta reflexiones sobre la nueva sociedad del siglo XXI. Es muy interesante lo que se logró con este disco que él mismo produjo, aprovechó muy bien la era del Nü Disco, que aunque ya no cuenta con el mismo auge de algunos años, sigue brillando. Habrá que esperar a la presentación oficial en vivo del álbum, para saber qué otras sorpresas nos tiene reservadas Adán.
