¿Se imaginan estimados lectores, que de un día para otro, despierten en un hospital sin recordar nada del día anterior, y que de pronto, de ustedes dependa salvar a toda la humanidad? Pues bien, esto y otras situaciones y peripecias son a las que se enfrenta el famoso profesor Robert Langdon, en el nuevo relato de Dan Brown, llamada “Inferno”
En resumen, la trama consiste en que, de la nada, el profesor Langdon despierta en un hospital, si poder recordar nada de los últimos días, más que se encontraba caminando en los pasillos del campus de Harvard. La doctora que lo atiende le afirma que tuvo una conmoción cerebral dado que recibió un roce de bala en la cabeza. De pronto una asesina llega e intenta secuestrarlo, pero su doctora se lo lleva y lo oculta.
Entre sus ropas, Robert encuentra una especie de contenedor con el símbolo de peligro biológico, y prefiere llamar al consulado de Estados Unidos. Dando una ubicación falsa para que no involucren a su doctora, llega y se da cuenta que la misma asesina lo está esperando. Pronto comienza a sospechar que EUA lo está buscando por algo que ni el mismo recuerda. Decide abrir el frasco y encuentra un proyector de alta tecnología, que muestra un mapa conocido por aquellos que han leído la novela “La divina comedia” de Dante Alighieri; es el mapa que refleja los nueve círculos del infierno, realizado por Sandro Botticelli.
Y es aquí cuando comienza el viaje alrededor de varios lugares del mundo, buscando respuestas, encontrándose a una persona que se hace llamar “La sombra”, quien dice ser portadora de un terrible regalo que, a la vez, será la salvación del mundo; y por si fuera poco, este proyector que se va modificando conforme avanzan, deberán encontrar respuesta a este enigma, el cual, si no se resuelve, puede acabar con la humanidad.
Pese al buen recibimiento que ha tenido esta obra, los críticos han sido muy duros con Dan Brown, pues, entre otras cosas, argumentan que hace referencia a varias marcas, parece un cuento de la academia de Harry Potter, los enigmas carecen de misticismo, y demás; Brown responde que en realidad “el tren está listo, quien quiera abordarlo bienvenido, quien no, puede buscarse otro autor”.
Así que, mis estimados, es una excelente opción para esos ratos libres en el camión, o en su rutina diaria de lectura, y seguramente pondrá a pensar a más de uno en resolver la trama, dejando volar su imaginación. Solo recuerden que, al menos para resolver este enigma, “La verdad se vislumbra sólo a través de los ojos de la muerte”.
See ya.
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