Amigos, hoy es #martesdemochilazo. Y bueno, díganme nacionalista, regionalista, potosinista :), pero si, les voy a platicar nuevamente de San Luis Potosí.
Hice rendir mi fin de semana y casi de rebote, acudí a ver la exposición de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) y su patrimonio, su patrimonio como universidad, su patrimonio en el desarrollo político y social de esta ciudad y de este estado.
La exhibición está en la Caja Real, el lugar donde en tiempos virreinales se guardaban los minerales -de oro y plata primordialmente- para después ser transportados por el Camina de la Plata hasta España. Así qué, el edificio, que ahora es custodiado por la UASLP, es por su sólo un deleite. Una fachada en barroco sencillo, el interior de viejas casonas españolas (herencia árabe de hecho) con un patio grande al centro que distribuye a las habitaciones, y unas escaleras que se ven gastadas presuntamente por la fuerza y peso que cargaban las mulas al subir el metal al segundo piso.
El acervo expuesto consiste en objetos que son parte de la universidad, y la
Exposición de diferentes etapas históricas hasta llegar a la ahora UASLP, libros del siglo XVI, actas conmemorativas, fotos del antecesor universitario -Instituto Científico y Literario-, el acta de la universidad propiamente, más fotos y objetos utilizados antes y durante la expansión de la estructura universitaria.
La UASLP recién cumplió 90 años de haber obtenido su autonomía, la primera en México. Y en efecto, ha sido y es un eje rector en la vida intelectual, política, social y cultural de nuestro estado, del centro de México sí se quiere.
Yo en particular, no soy “hija” de la UASLP, pero si que la disfruto 🙂 La UASLP me ha enseñado (o al menos ha intentado) 4 idiomas, literatura, historia potosina y hasta a catar vinos.
Así qué la UASLP me enorgullece tanto como San Luis Potosí.
