Acercarse a la poesía en la actualidad supone una bocanada de aire e independencia, muy convenientes. Con múltiples formatos desde donde conocerla, se pronuncia más viva que muchas otras cosas y continua su honrosa labor para persistir.
En una era donde la tecnología y las clasificaciones sociales de grupos o costumbres llenan casi toda la página, hay huequitos que no ceden y se mantienen estoicos ante una aparente adversidad.
La poesía es liberación del hombre en una existencia material rodeada y amenazada por banalidades, por situaciones interminables de distracción para permanecer ausentes. Con tantos matices a su alrededor, los poetas son fácilmente camuflados con un sin fin de máscaras. Y allí es donde se vuelve noble su defensa, donde más impacto puede suponer esa guerrilla de baja intensidad para soportar el embate de la masa.
Con la evolución de los pueblos, la poesía ha creado mecanismos de adaptación para cada época; generaciones y tendencias que han logrado identificar ciertos momentos de la historia por medio de estilos y palabras, sucesos o incluso tragedias que marcaron de forma irremediable a la historia; por ejemplo, hace unos días se cumplió un aniversario más del asesinato de Federico García Lorca, poeta y dramaturgo del siglo XX, fusilado tras el golpe de estado que dio origen a la guerra civil española.
En últimos tiempos, hablo de unos años para acá, han proliferado varias iniciativas, locales y a nivel mundial, para impulsar la divulgación. Hay miles de blogs, grupos de acción poética en prácticamente todas las redes sociales de muchos países, iniciativas públicas, talleres y un buen número de etcéteras a donde uno puede acercarse a conocerla. No todo es Sor Juana o Quevedo. Luz desde el Inframundo. Revista electrónica de Poesía es un buen ejemplo.
La poesía, como las artes en general, en infinita y una poderosa herramienta para darle un poco de sentido a una realidad que cada vez parece más roja e irreal.
Nunca será tarde para la poesía, estamos en tiempos de cambios, ¿correcto? Anímense.
