¿Y si se lo dejas al destino?

No es que sea chismosa, pero el otro día escuché una de esas conversaciones que sin querer pues uno escucha; y sin querer queriendo escuché una frase que me llamó la atención: “es que siento que no era nuestro tiempo ahorita”. No sé si es por todo lo que ha cambiado mi mentalidad pero creo que es una excusa, no es que no crea que en el destino o una fuerza más grande que nosotros pero simplemente siento que a veces las cosas necesitan de una ayudita.

De vez en cuando está bien que dejemos las cosas al azar, pero no siempre podemos dejarle todo el trabajo a aquella fuerza sobre natural que llamamos destino, ¿o sí? Hace poco leí un libro –altamente recomendado por cierto- que se llama Ugly Love y en este uno de los personajes mencionan que no debemos de dejarle todo el trabajo al destino porque ya tiene muchas cosas en las que pensar y/o hacer, así que si nosotros queremos algo debemos ser los primeros interesados en lograrlo nosotros mismos.

El ejemplo más sencillo que puedo encontrar para esto es cuando tienes un examen y no estudias lo que deberías, si al final no pasas tienes la opción de decir que igual y el destino –o lo que sea- no quería que pasaras por el simple hacho de ocultar tu responsabilidad e ignorar el hecho de que era responsabilidad, tuya y de nadie más; si sí llegaran a estudiar y no pasaran tendrían la certeza de que pusieron su mayor esfuerzo y que al final lo que contestaron o no fue por su mérito propio.

Podría ponerles más ejemplos pero creo que todos entienden la imagen en general, muchas veces tendemos –de la misma forma- a dar todo por sentado, al menos yo sé a consciencia que a veces lo hago; y la verdad es que eso se vuelve algo muy triste para cualquiera. El simple hecho de pensar que las cosas son eternas y no darles el valor que en verdad tienen nos hace parte de la generación de los “desechables”, desde objetos hasta las personas; nos volvemos parte de una generación en la que las cualidades cualitativas y cuantitativas de algo dependen de lo que nos aporten y nos brinden en un periodo de tiempo en específico… y como diría mi abuela “En mis tiempos las cosas duraban más”.

Dependiendo de la situación podemos aplicarlo a nuestra vida diaria, así que asumiendo una postura de absoluta disposición digamos que tenemos que seguir este esquema:

  1. Esforzarnos por lo que queremos: Nada fácil vale la pena, muchas veces como ya mencionamos antes; no sólo es trabajo del destino.
  2. Valorar aquello que nos llega: Las cosas cuestan, tenerlas cuesta, pero lo que es más difícil es conservar la emoción.
  3. Mantener una buena actitud: Hay que aprender a mantener la emoción, en cualquier ámbito de la vida; no hay que desechar las cosas simplemente porque nos aburrimos.

Y en efecto así son las cosas, entre que nos conformamos con lo que tenemos y no ponemos el suficiente esfuerzo en las cosas que queremos no damos ni una, a la única conclusión a la que creo que podemos llegar es que las cosas que queremos tener necesitan de mucho sudor y lágrimas no del destino en general –esperemos que no tantas lágrimas- y que nos guste o no el gusto nos tiene que durar, al final del día ¿de qué sirve que nos esforcemos por algo para que al final nos aburramos muy rápido? Al final del día no hay nada que valga más la pena que tener por mérito propio lo que queremos.

Lo único que digo es que todos merecemos emoción e ilusiones, aunque lo que sí creo que merecemos  más bien es mantener todo lo que queremos o quisimos en algún punto. Retomando el primer párrafo, los tiempos no se nos dan, los conseguimos (hablando en el más mero romántico sentido) y los mantenemos. Si me equivoco o coinciden en lo que digo espero leerlo todo en sus comentarios, gracias por dejarnos entrar un post a la vez en sus vidas, y quiero creer que ustedes no dejan las cosas sólo al destino, que saben lo que es luchar por lo que quieren y nunca renunciar a eso porque el destino no es eso que te pasa, es eso que tú quieres que te suceda.

Au revoir!

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