Difícilmente se puede hablar de una película en la actúen Juliane Moore y/o Liam Neeson que no sea buena. Esta no es la excepción.
Estamos ante una cinta de suspenso, ese genero en el cual abundan producciones pero que realmente pocos saben manejar. Sabes que estas en buenas manos como espectador porque incluso en las primeras escenas de la película (esas escenas que se pueden calificar de “mundanas”) se encontró la manera de tener pendiente al publico, de una manera tal, que sin duda alguna mas de una película seguramente siente envidia.
Las actuaciones no son las mejores, pero tampoco lo necesita. Este par de actores -Moore y Neeson- se pueden dar el lujo de escoger proyectos solo por diversión y lo hacen; sin que esto signifique un trabajo mediocre en ningún momento.
Con un ritmo rápido pero sin prisas, esta es una cinta disfrutable, buena. No tiene mayores pretensiones que la de ser una buena película de suspenso y lo logra, si acaso el único punto malo que se le puede encontrar es el inevitable cliché ya casi al final de la proyección en el que tantas películas caen, así como dos o tres situaciones que se quedan en el aire. Nada de que preocuparse.
No se puede hablar mas de una cinta de la cual mientras menos sepas mejor, y, a diferencia de cierta película arácnida en cartelera, esta vale cada peso que pague por la entrada.
El avance:
