DEJA DE ARRASTRAR EL APELLIDO CHIVAS
Han quedado en la prehistoria del fútbol aquéllos años 50´s en los que existió un equipo que forjó una gran tradición, una afición fiel, jugadores que se convirtieron en leyendas y sobre todo un abolengo que le dio el título de grande, todo a base de conseguir títulos, de dar buenos partidos, de divertir a la tribuna, de servir como inspiración de películas en la época de oro del cine mexicano. En aquellos años le llamaron el campeonísimo Guadalajara.
Fueron pasando los años y la leyenda de Chivas seguía alimentándose, generando una gran rivalidad con el equipo más grande de la capital, el América, con quien se enfrentó en épicos clásicos que terminaron ganando, algunos perdiendo, otros en broncas memorables, pero en general, siempre fueron grandes guerras en el campo de juego.
Posteriormente, siguió ese equipo al que le llamaron las Súper Chivas, que avasalló en la final a un joven equipo de locos comandados por un rechoncho argentino de mucha clase que sucumbió en el Estadio Jalisco por goleada.
Finalmente, de lo último que nos acordamos fue de aquél ya lejano campeonato de Chivas en la Bombonera de Toluca, que representó el último éxito rojiblanco.
Ahora, cada que leemos algo acerca de Chivas, es para enterarnos de algo negativo: que si no entraron a la liguilla, que si el dueño ya cambió de técnico una y otra vez sin razón justificada, que si hubo desastres y violencia en las tribunas del estadio, que el estadio no se llena nunca, que el descenso acecha al club, que la playera alternativa no gustó, que si la podóloga, entre otras muchas cosas.
Chivas, hace mucho tiempo que el clásico nacional dejó de ser interesante porque siempre gana el mismo, jugar contra ti son casi tres puntos seguros para el rival, te has convertido en la “musa inspiradora” de los caricaturistas deportivos, te has dedicado a desprestigiarte, a portarte cual alcohólico que se arrastra por una copa, soportando burlas y de todo.
Ya no más Chivas, por el bien del fútbol mexicano, regresa a ser aunque sea un poco de lo que eras, recupera la decencia y el orgullo, construye y no destruyas, no repartas culpas ni generes problemas, resuélvelos, porque ya dejó de ser divertido, por favor, deja de arrastrar el apellido Chivas.
