El artificio de amar en los tiempos del cólera #GabrielGarcíaMárquez

Estoy acostumbrada a leer en inglés. Supongo que es un hábito que se me inculcó desde siempre para tener más dominio del idioma. Hace unos meses, determinada a cambiar un poco la rutina, decidí darme un descanso e incursionar en el mundo de la literatura latinoamericana.

Sin saber cuál sería mi próximo libro, me dirigí a la biblioteca y estuve parada frente a esa sección de libros por lo que sentí fueron siglos, esperando a que la inspiración divina me dijera cual libro debía de escoger. Me llamó la atención un lomo negro con letras blancas, que tenía escrito: Gabriel García Márquez / El amor en los tiempos del cólera. Recordé que tenía el libro en mi casa, y que cada vez que lo veía por alguna razón no me incitaba a leerlo, pero como en ese momento estaba decidida a probar nuevos horizontes, lo renté.

Y me enamoré al terminar la primera página. Tanto la prosa como la narración de Gabriel García Márquez es impecable, descriptiva sin caer en lo tedioso, con un breviario cultural impresionante que te lleva a desear poder transportarte en ese preciso momento a la Cartagena de época, y con un trasfondo profundo, espléndido, glorioso, exquisito. Leía al despertar, antes de comer, después de comer, en la noche.. Leía hasta en el baño.

Considero que es un libro que debe formar parte del acervo cultural de las personas por excelencia (si es un escritor múltiplemente galardonado es por algo); NO es solo una novela. Es el retrato de una cultura en todos los estratos sociales y económicos. Es la develación minuciosa de los sentimientos humanos a través del tiempo, de un amor prohibido y pospuesto por más de 50 años, vivido desde sus etapas prematuras hasta las maduras, de una voluntad y una esperanza capaces de llegar al borde de la obsesión, y de un realismo tan crudo como deleitable. La complicidad entre los pensamientos y sentimientos de los protagonistas, tan intrincados y tan abruptos al mismo tiempo, hace de la historia un caleidoscopio lleno de contrastes al que no podrán dejar de darle vueltas.

Normalmente soy una persona de muchas palabras, pero lo único que les puedo decir es que simplemente es un libro que se TIENE que leer.

Para darles una pequeña probada, les dejo uno de mis fragmentos favoritos:

Se puso a la medianoche su traje de domingo, y tocó a solas bajo el balcón de Fermina Daza el valse de amor que había compuesto para ella, que sólo ellos dos conocían y que fue durante tres años el emblema de su complicidad contrariada. Lo tocó murmurando la letra, con el violín bañado en lágrimas, y con una inspiración tan intensa que a los primeros compases empezaron a ladrar los perros de la calle, y luego los de la ciudad, pero después se fueron callando poco a poco por el hechizo de la música, y el valse terminó con un silencio sobrenatural. El balcón no se abrió, ni nadie se asomó a la calle, ni siquiera el sereno que casi siempre acudía con su candil tratando de medrar con las migajas de las serenatas. El acto fue un conjuro de alivio para Florentino Ariza, pues cuando guardó el violín en el estuche y se alejó por las calles muertas sin mirar hacia atrás, no sentía ya que se iba a la mañana siguiente, sino que se había ido desde hacía muchos años con la disposición irrevocable de no volver jamás.

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