Halloween 2018 (o cómo renovar un personaje de culto sin “resetearlo”).

Es difícil que las nuevas generaciones se impacten con los clásicos de terror (incluso con las nuevas películas). El panorama actual del género está lleno de filmes que hacen uso de todos los recursos visuales y de guion que en su momento revolucionaron esta industria. No obstante, sea por nostalgia, sea porque para ellos era desconocido, la entrega más reciente de Halloween ha  logrado ponerles en el mapa a Michael Myers.

Escuchar en la sala de cine a personas muy jóvenes pronunciar frases como: “¡mira! Como en La purga! “, “Sé echó a cuatro en un ratito” o simplemente “yo solo había escuchado de esa película”, no tiene precio.

La historia que en esta entrega se cuenta, prefiere no complicarse y da por inexistentes las demás películas que siguieron a la original. ¿Tonto o arriesgado? En lo personal, una atinada decisión por parte del director David Gordon Green y los guionistas Jeff Fradley y Danny McBride.

En fin, la premisa va así: han pasado cuarenta años desde que Michael Myers (Nick Castle-James Jude Courtney) causó horror a una  población de Haddonfield, Illinois, asesinando a varias personas la noche de Halloween, sin una razón aparente más que: en su alma habita la maldad pura. Los sobrevivientes siguen viviendo en el pueblo, recordando ese espantoso suceso.

Frank Hawkins (Will Patton) es un ayudante de sheriff que sigue activo después de muchos años, no olvida ese suceso ni que ayudó a atrapar a Myers. La más afectada es Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) quien logró escapar de Myers aquella  noche para después enfrentarlo, vive traumada y obsesionada al punto de entrenarse en el manejo de armas y tener fortificada su casa durante todos estos años.

El demonio se vuelve a hacer presente cuando los periodistas británicos Aaron Korey (Jefferson Hall) y Dana Haines (Rhian Rees) deciden profundizar su investigación acerca de Myers y acuden al hospital psiquiátrico donde se encuentra internado. Ahí se enteran que pronto será transferido a otro hospital. A raíz de este encuentro comienza a resurgir algo; ese instinto asesino en la mente del viejo Michael.

Se cuenta con un reparto algo disperso:

Tenemos a Allyson Nelson (Andi Matichak) quien es la nieta de Laurie y vive una vida tranquila, en contraste con la de su abuela. Sus únicas preocupaciones son que su madre y abuela encuentren por fin paz y reconciliación entre ellas, preocuparse en prepararse para su graduación y la fiesta de Halloween a la que asistirá con su novio y amigos.

El Dr. Ranbir Sartain (Haluk Bilginer) actual psiquiatra de Michael y antiguo discípulo del Dr. Sam Loomis. Este hombre ha pasado años analizándolo, intentando resolver el porqué de las acciones de este asesino, desentrañando el misterio de su mente, considerándolo un objeto de estudio invaluable.

Tenemos también a  la hija de Laurie: Karen Nelson (Judy Greer) quien vive con cierto resentimiento hacia su madre por el hecho de haberla preparado desde pequeña para enfrentar un posible regreso del asesino. Ahora ella trata de vivir una vida tranquila junto a su esposo e hija.

Por ultimo está Ray Nelson (Toby Huss) el esposo de Karen. Él trata de mediar entre su esposa y suegra, intentando mantener un equilibrio en su familia que parece perderse por causa de la abuela y su estilo de vida.

La historia no brilla demasiado o representa alguna aportación importante a la saga. Su riqueza se encuentra en el aspecto visual y la forma en la que se nos relata. Conserva un aire estilístico de la original de 1978, respetando el ambiente, situaciones y tensiones que se generan mientras avanza. Igualmente, esto es notorio en la fotografía y  en la inquietante banda sonora (la cual es una versión mejorada por el propio John Carpenter).

Existen varias referencias y tributos a la película que Carpenter y Debra Hill volvieron de culto en 1978, lo cual agradecerán los fans. Recalco que el personaje puede no impactar a esas nuevas generaciones pero, vaya que los hizo “voltear a ver” con todo y que esta entrega es la menos sumergida en el subgénero slasher (otro aspecto interesante por parte del actual director).

Aquí se opta por un estilo diferente (hasta cierto punto, más discreto) al representar visualmente los asesinatos que deja a su paso Myers pero no por ello menos impactante, donde parecería que vamos más cercanos que nunca observando el viaje sangriento de este famoso personaje del cine.

En conclusión, es una buena película, sin llegar a excelente que cumple con su propósito: gustar a los fans de antaño, atraer nuevos y ayudar bastante a dar el paso para una nueva entrega. Mientras tanto es una digna opción para estas fechas.

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