Cosas que heredas, cosas que aprendes, cosas que buscas.

 

Creo firmemente que cuando nacemos nuestro disco duro ya trae insertado un buen respaldo de gestos, modos, gustos, talentos, ideales y muchas

cosas más (ahí esta mi primer punto: las cosas que heredamos) es simplemente inevitable y es sin duda lo que nos otorga la pertenencia a cual fuere la dinastía a la que el universo nos encomendó, por lo que a mi concierne y la gente que me conoce no me dejará mentir, es indudable que herede el carácter y la firmeza de papá, pero lo sociable y creativo de mamá, aunque si el universo me hubiera preguntado también me hubieran gustado sus ojos color miel.

Ya quedo claro que esto lo traemos integrado, ahora bien nuestro punto numero dos y el siguiente paso en nuestras vidas (el cual nunca dejamos de hacer) es aprender, aprendemos todo tipo de cosas, si bien asociamos el aprender con tablas de multiplicar, diferenciar entre flora y fauna, revolución industrial y guerra fría, a lo largo de nuestra vida es más interesante aprender de las lecciones que te dan otros seres humanos, porque créanme aún sigo esperando aplicar la raíz cuadrada en algo.

Creo que todo ser humano te enseña algo para bien o para mal (o díganme si no han aprendido tolerancia y ejercicios de respiración cada vez que visitan alguna oficina gubernamental) ya es tu decisión en que carpeta archivas la experiencia, verdad, obvio que esto no lo entendemos hasta que ya han pasado muchos años y nuestro corazón ya no solo tiene curitas, sino un perfecto traje anti balas, radiación y ataques de perros rabiosos.

Porque si alguien me hubiera dicho:

No andes con ese tipo en la prepa, mira que te va a romper el corazón

No te vayas a estudiar a otro estado, tan lejos de tus padres

No renuncies a tu trabajo, tan estable, tan seguro, tan…

Y yo le hubiera hecho caso, no dudo que hubiera aprendido otras cosas, pero no hubiera logrado obtener cicatrices tan memorables.

Porque ese tipo de la prepa me enseño, que yo valía muchísimo y merecía a alguien mejor a mi lado.

Porque mis padres me enseñaron a valorar muchas cosas con la distancia, pero principalmente me estaban formando para ser independiente.

Porque el cerrar un ciclo laboral, me enseño que puedo hacer diez cosas que me encantan en lugar de una.

Porque todo se resume en que si haces lo que te hace feliz no hay duda que estas en el camino correcto.

Y ahí llego a mi tercer punto: ya viviste y aprendiste tus lecciones, ahora busca tus experiencias, sin miedos y sin arrepentimientos.

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