La historia de una romántico empedernido.

Románticos empedernidos, soñadores, ingenuos o incluso tontos; así nos conocen a quienes creemos que hay algo más que simplemente fantasmas en nuestro pasado. El camino es difícil para los llamados románticos, las cosas no siempre salen como las tienen planeadas y normalmente hay muchas más bajas que altas, la cuestión de encontrar a aquella persona que llenará el resto de sus vidas de alegrías y de añoranzas pueden llegar a parecer no más que sueños y esperanzas que parecen nunca llegar… pero les tengo una sorpresa: no todo es un caso perdido.

Toda la vida hemos escuchado que las cosas buenas tardan en llegar e incluso que si forzamos algo al final terminará disolviéndose porque en la naturaleza de la vida simplemente llegan y no funcionan así, dicen que el amor llega solo y sé de antemano que el amor no es algo que se tenga que forzar, muchas veces creemos que es amor por el simple hecho de querer tener algo que normalmente no tenemos y ese es uno de los errores más grandes que podemos cometer en la historia de los errores catastróficos del universo.

No es que diga que el amor de Noah y Allie no haya sido más que un amor de literatura –Nicholas Sparks ya se encargó de que quedara tatuado en nuestra alma que si existe el amor- sino más bien nos mostró las etapas que tiene el amor, las luchas, dificultades e incluso los buenos momentos; pero más que un amor de literatura él, junto con muchos otros autores; ha creado una ilusión para aquellos que sueñan despiertos con encontrar a otra persona que los acompañe siempre y hasta donde les alcance la vida. Ellos son quienes han ayudado a mantener viva la esperanza de los románticos empedernidos y quienes dan incluso más ideas aumentando los estándares que debe alcanzar una persona cuando entra a la vida de alguien.

Si sumamos la cantidad de historias que hacen que nuestro corazón se derrita de amor a la cultura en la que todos y cada uno de nosotros vivimos, podremos ver que es una receta que puede llevar casi al completo fracaso si tomamos en cuenta que nuestra sociedad actual gira en torno a la falta de compromiso, de la misma triste manera podemos darnos cuenta  de que vivimos en una era de consumismo que tristemente también se aplica para quienes nos rodean; así que en pocas palabras son tiempos difíciles para nosotros los románticos.

Es casi proporcional a la cantidad de horas que tendemos a pasar idealizando a una persona que nos llevara a las nubes y de regreso al hecho de que las cosas no son como en las películas y los libros, no hay nada más que pudiéramos desear que encontrar a ese personaje que nuestra mente ha creado; pero hay veces en las que –como los tremendos soñadores que somos- tendemos a hacer alguna de las siguientes cosas. Las cosas de la siguiente lista que verán a continuación las escribió un autor que en lo particular me gusta mucho, su nombre es Paul Hudson y lo que más me gusta de él es que en verdad comprende lo que significa ser un romántico y soñador, Hudson menciona 10 cosas que hacen que los románticos en la cultura del “hook-up” y una de las que más me llama la atención es que menciona cómo tendemos a tener brutales cambios de corazón, en esencia tendemos a querer y luego a rechazar, como de repente nuestras prioridades tienen a reacomodarse e incluso que llegamos a cuestionar si somos nosotros o no el problema.

Sí me lo he planteado, siento que todos en ciertos periodos hemos creído que probablemente tenemos un problema en cuanto a si podemos o no ser capaces de concretar una relación; puede que sí seamos nosotros los del problema pero más bien es que esa persona con la que no se dio busca algo diferente o no congenia tanto como nosotros quisiéramos. Que duele, sí, sí duele pero cada corazón roto vale la pena porque nos demuestra un lado de nosotros que hasta el momento permanecía escondido y no nos permitimos verlo hasta entonces, crecemos, nos hacemos más fuertes y llegamos a recuperar la fe en aquello que veíamos como tan solo una ilusión pero sobre todo aprendemos de un potencial fracaso que de ahí surgen las victorias. Una victoria no se da fácil, ustedes ya saben cómo me siento acerca de las victorias y creo que es un paso más hacia la completa comprensión de lo que es la felicidad, felicidad es llorar, reír, sentirnos bien con nosotros mismos y ver que no todo lo que vale la pena es simple o sencillo de alcanzar.

Esta era es una prueba para todos aquellos que creemos que el amor es algo más que contacto físico o mensajes coquetos, la sociedad nos puede orillar a creer que si no lo hacemos vamos a fracasar y terminaremos solos hechos bolita en un cuarto lleno de botes de helado vacíos pero depende de nosotros si nos dejamos influenciar o creemos que nuestras convicciones son correctas, no sé ustedes pero probablemente sea anticuada por creer que no tengo que “regalarme” para que alguien me quiera; así me crearon y así quisiera educar a los hijos que me llegarán en un futuro. No siento que nuestra compañía sea algo que debamos tomar tan a la ligera, si los que pensamos querer no saben aprovecharla es porque no son los indicados; pero quien si nos merezca sabrá que nuestra compañía es tan valiosa como lo es el tiempo que están dispuestos a compartir con una persona que los hace felices y plenos.

De cierta forma anticuada o no quisiera creer que aquellos que fuimos chapados a la antigua somos dignos de seguir creyendo en el amor, quiero sentir que aún existen las historias de amor, que algún día todo lo que he esperado y he dejado atrás será mejor que lo que puede venir con algo de una noche –o de un ratito, como ustedes prefieran llamarlo- y que todo eventualmente habrá valido la pena.

Por si gustan aquí les dejo el link del artículo de Paul Hudson y espero que lo disfruten tanto como yo y que se identifiquen con él: http://elitedaily.com/dating/10-struggles-endure-hopeless-romantic-hook-culture/903132/

Au revoir!

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