FINAL CON CARGO A TU RECIBO TELEFÓNICO
Está lista la final por el título en la Liga Mx, será una final inédita, Pachuca contra León.
Una vez más, se enfrentarán por el título dos equipos del mismo dueño –ya lo vimos en aquella final entre América y Necaxa- o del mismo grupo, que para el caso, da lo mismo.
Es necesario resaltar que a ninguno de estos dos equipos se les ha regalado nada, Pachuca pasó por encima de unos inofensivos pumas y el reglamento le ayudó en Torreón para pasar por encima de Santos y llegar a la final. En tanto que León, con el reglamento eliminó al líder Cruz Azul y superó a un Toluca más gris de lo habitual para conseguir acceder a su segunda final consecutiva.
El tema no pasa por el fútbol, el tema pasa más por los escritorios de los directivos, a quienes mientras sea negocio, las reglas no les importan. Ahora, Jesús Martínez defiende la multipropiedad, aún y cuando años atrás era de los que más criticaba a Emilio y su televisora por lo mismo, por tener más de un club, ahora no hay memoria y dice que está todo bien.
La pregunta es: ¿hasta cuándo? Hasta cuándo la Liga Mx va a ser seria con este tema, porque mientras a unos los obligan a vender, a otros les permiten comprar y comprar, se permiten cambios de sede, la invención de equipos, descienden los que nos son los menos malos y al final del día, siempre pierde el mismo: el fútbol.
Y es que no podemos evitar decir que esta final para la gran mayoría de los aficionados al fútbol, tiene la misma importancia que la vida privada de Jeni Rivera o ver algún programa de revista en la televisión abierta por las mañanas para escuchar los consejos del chef. Será una final sin mucha luz, sin mucha audiencia, porque para rematar, la ida será por televisión de paga –con todo derecho para la televisora que lo transmitirá y para el club que la eligió- y la otra por televisión abierta a la cual a ver qué horario le acomoda mejor para pasar el juego.
Ni León ni Pachuca son equipos que convoquen el interés del grueso de la población, salvo a sus aficiones y a uno que otro despistado, o bien, si te tocó en la quiniela alguno de los dos, estarás al pendiente de si ganaste o no, por lo demás, seguirás tranquilo en el cine o en casa de los abuelos disfrutando de un buen día. Eso sí, hay que agradecerle a estos equipos que nos libraron de escuchar la narración del pollo y la vaca, que no hacen más que mal imitar a los de enfrente, aunque esta final la pagamos la mayoría aunque no la veamos, ojalá que nos desglosen el concepto del favor, en el próximo recibo telefónico…
