Díganme, ¿quién en algún momento de su vida ha escuchado a la señorona de Chavela Vargas? Yo digo que todos o casi casi todos. Vive en cada persona que la recuerda y que la canta alrededor del mundo.
Y es qué bueeeeno, sus canciones, sus letras, su voz es algo muy bello. Cuántas veces nos ha acompañado en esas noches de alcohol o de parranda o simplemente una noche en la que queremos llorar nuestras penas o amar profundamente. (Ajaaay)
Su nombre real fue: María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano, pero todos la conocemos como Chavela Vargas. (Los padres de antes si que hacían batallar a sus hijos.) Nació en Costa Rica un 17 de abril de 1919. (Hoy tendría 95 años) Aunque vivió la mayoría de su vida en México e incluso obtuvo la nacionalidad mexicana.
Su manera particular de implicarse en las letras de las canciones rancheras y hacerlas suyas y de retar al público desde el escenario le valieron la admiración de sus seguidores. Temas como Macorina, La llorona, La china y Volver, volver figuraron entre las más apreciadas interpretaciones de su amplio repertorio. Sus letras infunden esa fuerza, esa lucha, esa pasión con la que hacía las cosas.
A veces pensamos que los grandes artistas tuvieron infancias felices y toda una vida feliz y por eso son lo que son, pero no señores. Chavelita pasó una gran época de su vida en el más completo anonimato, olvidada y postergada del candelero de celebridades por su tumultuosa vida privada y su dependencia del alcohol. Tuvo una infancia muy complicada. Sus padres se divorciaron y entonces ella estuvo al cuidado de unos tíos. Sufrió de poliomielitis y le decían que “cantaba horrible” pero ella no se desanimó porque estaba segura de haber dado con lo que sabía y quería hacer en la vida.
Partió a los 17 años sola y se identificó con el México de los años 50. Huía de los rumores en un pueblo que no entendía que una mujer usara pantalones y de un país que no supo, según ella, valorar su talento. Durante algún tiempo cantaba en las calles, hasta que a los treinta se hizo cantante profesional, de algún modo, apadrinada por el compositor y cantante José Alfredo Jiménez de quien era compañera de parrandas.
Para los años cincuenta, empezó a hacerse conocida en algunos círculos artísticos, en parte por sus actuaciones en Acapulco, fue así como poco a poco conoció a otros grandes artistas y con los que compartió su música y su voz como son: José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, Facundo Cabral, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Eugenia León y Lila Downs, entre otros.
Así también trabó una estrecha relación con los pintores Diego Rivera y Frida Kahlo, incluso se dice que se derivó en algo más con ésta, según se atrevió a declarar años más tarde la propia Chavela, ella afirmo que Frida, fue el gran amor de su vida, y habló de las cartas apasionadas que recibió de Frida. Fue un personaje a contracorriente desde joven: vestía como un hombre, fumaba tabaco, bebía mucho, llevaba pistola y era reconocida por su característico gabán rojo. A los 81 años, en una entrevista para la televisión colombiana en el año 2000, expresó abiertamente que era lesbiana.
Hundida por problemas personales y anímicos, Chavela sucumbió al alcoholismo en los años 70 y su carrera pareció haberse hundido con ella. Sin embargo, tras esos veinte años de infierno alcoholizado, su resurgir no pudo ser más brillante, en su México querido, y su voz – más rasgada si cabe que en su primera época- volvió a llenar teatros nacionales e internacionales.
Recibió varios premios:
- 2000: Gran Cruz de Isabel la Católica.
- 2007: Grammy Latino
- Medalla de Oro Universidad Complutense de Madrid.
- Medalla al mérito de la Universidad de Alcalá de Henares.
- Huésped de Honor de Buenos Aires, Argentina.
- 2009: ciudadana distinguida de la Ciudad de México
Sus últimos años los vivió en Tepoztlán (Morelos), a las faldas del cerro del Tepozteco, con quien decía charlar todas las mañanas. Desde 2009, en varias entrevistas, declaró que le gustaría morir un domingo y que su funeral fuera un lunes o un martes “para no echarle a perder el fin de semana a nadie”.
Y bueno, finalmente la Chamana, como era y es conocida en México, el domingo 5 de agosto de 2012 se dio a conocer su fallecimiento a través de su Twitter Oficial con la siguiente frase: «Silencio, silencio: las amarguras volverán a ser amargas… se ha ido la gran dama Chavela Vargas».
(Biografías y Vidas)
Y bueno, pues sí, cómo ya les había dicho el día de hoy Chavelita estaría cumpliendo 95 años. Quizá antes ya habían leído algo de su biografía, pero no está de más, así que a quienes gusten de sus canciones, escúchenla.
Aquí les dejo un link con algunas de sus canciones en un concierto que dio en España en 1993.
“Yo no me voy a morir porque soy una chamana y nosotros no nos morimos, nosotros trascendemos” Chavela Vargas
¡Salud! y ¡Feliz cumpleaños!
Hasta la póxima Kaloch@s.
