CLÁSICO AZULCREMA
El día de ayer se jugó en el Estadio Omnilife una edición más del clásico nacional: Guadalajara contra América.
Y todo fue tan simple desde el comienzo, cuando Chivas se dio cuenta que el juego había iniciado, ya tenía dos goles en contra, y peor aún, cuando se dio cuenta que el partido que estaba jugando era el clásico nacional contra el América, ya tenía un par más adentro.
Chivas mostró su peor cara en mucho tiempo -y eso que hace mucho no muestra una cara decente-, los farsantes que andaban disfrazados con el uniforme del Guadalajara, solo veían como pasaban los rivales con el balón controlado y con el afán de crear ocasiones de gol. Sí, chivas se encargó de ayudarle al América a pisotear su ya devaluada historia durante 90 minutos.
En cuanto al equipo de Coapa, revalorizaron su compromiso con su historia, con su afición, con el fútbol, con ellos mismos y hasta con el propio rival. América fue tan superior a Chivas que pudo haber salido a jugar a medio gas y el resultado hubiera sido muy similar, porque cuando juegas ante un equipo falto de ideas, de fútbol y sobre todo de corazón como el Guadalajara de ayer, no hay manera de no ganar.
Por aquellos que lo dudaron en algún momento, es importante recordarles que grande es el América, porque ellos entienden que en los partidos importantes como el de ayer, se tiene que poner más buen fútbol en el campo, se pone todo eso que les ha forjado ser el equipo más odiado, el gran antagonista del fútbol mexicano, al que todos quieren ver perder este tipo de partidos.
Y es que ayer, América salió a la cancha con la cabeza fría, los pies calientes y el corazón ardiendo, por eso el clásico lo ganó el equipo más de México, por eso el clásico se pintó azulcrema…
