ÍDOLOS MARCA ACME
El pasado sábado 08 de Marzo, una vez más el público aficionado al boxeo, fuimos timados.
Y es que, la televisora de Chapultepec generó gran expectativa con la pelea que iba a sostener Saúl “El Canelo” Álvarez en contra de Alfredo “El Perro” Angulo.
Todo el mundo sabíamos que “El Canelo” era favorito sobre Angulo, no solo por “capacidad” sino por popularidad y por muchas cosas extras al boxeo mismo. Saúl Álvarez necesitaba borrar esa imagen de su pelea de Septiembre del año pasado, donde fue fácilmente superado por Floyd Mayweather Jr., quien no lo noqueó porque no quiso o porque quizá ese no era el plan.
La pelea del sábado pasado, fue tan mala como la carne de puerco en estos días de cuaresma, “El Perro” Angulo ni siquiera levantó los brazos para intentar tirar un golpe, “El Canelo” cada tira un golpe, queda tan mermado físicamente que conforme pasan los segundos de cada round, Saúl Álvarez se va acabando y empieza a jalar aire como desesperado desde el cuarto o quinto round, denostando una falta de condición física increíble para un atleta de alto rendimiento. Y si a todo esto, le sumamos la decisión del réferi de parar la pelea de la manera en que lo hizo, llegamos a la conclusión de que la pelea la pudieron haber detenido en el primer round y hubiera sido exactamente lo mismo.
Y aún escucho a mi padre y algunas personas más de su edad, recordando a los verdaderos ídolos mexicanos del pugilismo como Raúl “Ratón” Macías, Salvador Sánchez, “Púas” Olivares, “Pipino” Cuevas, entre otros muchos, que batallaron en serio para poder tener una pelea de campeonato, cuando la fábrica de ídolos no era una televisora, cuando esa fábrica de ídolos se encontraba en los gimnasios de los barrios de las diferentes ciudades del país, cuando los boxeadores tenían hambre de triunfo y hambre de comer. Esos ídolos ya se acabaron, los ahora, parecen más preocupados por hacer comerciales o andar con novias famosas que las mismas televisoras les ponen.
Ahora, hay peleadores que con solo quince peleas ya aspiran a pelear por el campeonato del mundo en su división, cuando antes tenían que pasar treinta o cuarenta combates para siquiera estar en la lista de probables retadores.
Y es que cuando las personas más jóvenes, las que empiezan a ver o a entrenar boxeo, escuchan hablar de peleas épicas como la de Salvador Sánchez en contra de Wilfrido Gómez, o aquellas guerras que ganó Chávez padre en el ring ante el “Azabache” Martínez o Héctor “El Macho” Camacho (q.e.p.d.), se preguntan por qué ya no hay boxeadores de esa sepa, por qué esa buena fábrica de boxeadores mexicanos ya no dio, por qué ese buen producto mexicano llamado pugilista, se convirtió en una marca cara que produce artículos de mala calidad, produce ídolos marca ACME…
