Estúpidos y sensuales crushes.

Este mundo está lleno de personas que consideramos hermosas, que logran llamar nuestra atención y nos hacen sentir esas estúpidas y sensuales mariposas en el estómago. Estas personas pueden ser desde simples conocidos hasta el actor que descubrimos en una película que vimos la semana pasada, y aunque hay niveles entre los amores platónicos lo que nos hacen sentir no cambia. Lo hemos visto en series de televisión, en películas y hasta en libros, vemos a la persona que es el amor platónico de el/la protagonista y hasta pensamos “¿Cómo es que no se dan cuenta? Daría lo que fuera porque me pasara a mí.”, si tan solo viéramos toda la imagen en vez de quedarnos en lo superficial, todo sería diferente.

Hay veces que de cierta manera encontramos a una persona que se vuelve nuestro “crush” o amor platónico, y esas personas logran ocupar mucho espacio mental en nuestras vidas –valga la redundancia en nuestras mentes-. De cierta forma son personas que logran volverse un hábito para nosotros, queremos verlos, hablar con ellos y hasta pasar con ellos cada minuto y segundo que podamos; y pese a que varias veces no los conocemos eso no nos impide sentir aquella atracción, sea por lo que sea que nos  gustan, nos gustan y punto.

Por más platónicos que sean sabemos que no hay nada que nos alegre más el día que verlos, algunas veces mientras menos los conocemos mayor atractivo tienen ante nosotros, y algunas otras veces –no siempre- cuando los comenzamos a conocer más el encanto simplemente se va. Pero eso es lo divertido de tener crushes, no buscamos algo formal simplemente nos gusta la sensación, podríamos disfrutar del momento y dejarnos llevar; es como un simple gusto o placer, podría comparar el tener un crush –por ejemplo- con un artista, sabes que te encanta pero sabes que no va a pasar pero aun así te gustan, de cierta forma eso le quita un poco de peso a todo el drama de las relaciones.

Ahora quiero que piensen en las cualidades que han tenido sus crushes, algunos eran MUY guapos/guapas, algunas veces les gustaba el carácter que tenían o el cómo veían el mundo. Ahora les dejo un pequeño ejercicio mental, piensen en las personas que han conocido durante el transcurso de sus vidas, ¿por cuántas de ellas han sentido algo? Ahora va la siguiente: ¿cuántas de las personas que entraron a sus vidas fueron amores platónicos/crushes?

Obviamente muchas veces no se enteran de que son o fueron nuestros amores platónicos, y eso por coincidente; nos demuestra que nosotros también pudimos haber sido y puede que seamos el amor platónico de alguien más. No importa como seamos físicamente, siempre hay un roto para un descosido. Así como nosotros podemos llegar a ver a alguien como un imposible, lo más probable es que haya alguien que nos vea como un amor imposible, y si lo pensamos bien hasta nos levanta el autoestima, ¿o no?

Aunque usted no lo crea, todos y cada uno de nosotros contamos con esos atractivos, esas cosas que pueden enamorar a los demás aunque no nos demos cuenta. No importa si no encajamos con los estándares de belleza anteriormente establecidos por la sociedad, todos y cada uno de nosotros tiene algo que a otra persona le resulta cautivador –aunque no seamos el espécimen más bello de la manada-, algo que les parece irresistible y que no pueden evitar amar cada vez que nos ven.

No sé qué tan seguido pase, pero el chiste es que –perdonen mi expresión- no estamos tan tirados como pensamos muchas veces.  Ya lo he dicho antes y lo volveré a repetir, la belleza va más allá de lo que miran los ojos, lo que nosotros consideramos imperfecto para alguien más no lo es y es algo hermoso a sus ojos. Las cosas que nos gustaría cambiar de nuestras personas son parte de nosotros mismos y de cierta forma –por más imperfectas que sean- son hermosas, y hay personas que se dan cuenta de eso y que a su manera nos lo recuerdan con detalles, palabras o hasta con miradas. El hecho de que no sepamos muchas veces que hay gente que se muere por nosotros no significa que no seamos atractivos, algunas veces necesitamos que nos lo recuerden (por más egocéntrico que suene), y no está de más recordar que hay alguien que se muere por nosotros la próxima vez que nos sintamos “no queridos”.

Lo bello de todo esto es que nunca nos lo imaginaríamos, diríamos que los que nos dicen que le gustamos a Zutanito y Perenganito están locos, pero la realidad es que les podemos gustar a Zutanito y Perenganito y a muchos más, somos hermosos y siempre tenemos que recordarlo. Cada vez que sonríamos debemos recordar que no estamos solos, que aparte de nuestros papás y mamás hay más gente que nos ve hermosos –como realmente somos- y que como podemos derretirnos por la sonrisa de alguien que no sabe que es nuestro crush, alguien más se está derritiendo por nuestras sonrisas y suspira al vernos pasar a su lado, todo esto sin que lo notemos.

Y… ¡Corte!

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