La existencia de un final feliz, la terminación de una historia en la que los protagonistas cabalgan hacia un ocaso recibiendo la dicha eterna…
Eso nunca lo veras en esta película. Este filme retrata la a veces incontable historia de niños y niñas abrumados por el maltrato físico y en ocasiones hasta sexual, que no vemos y que ocultan bajo una pesada mascara de aislamiento.
Cuando hable de esta película la mayoría (todos) mis amigos no les había gustado y yo estaba en shock total, ¿Cómo era posible? Yo la ame, pensé.
Después me dije que, tal vez, tendrías que haber estado aunque sea un poco en los zapatos de alguien que se halla sentido solo en alguna parte de su vida, empatía como dicen. Solo así te gustaría esta película.
Clarieece “Precious” Jones es una estudiante que tiene una hija y que ahora está embarazada de su segundo, esta podría tratarse de una historia más de embarazo adolescente si no fuera porque estos embarazos son el resultado del incesto por parte de su padre, el cual lleva años violándola a sabiendas de su madre.
Su mamá es una cosa aparte, es el mismo rostro de como el miedo a la soledad, la indiferencia y la inseguridad te traen una infelicidad segura a tu vida.
A lo largo de la película Clarieece se va dando cuenta de algunos destellos de un sentimiento que conoce muy poco: la esperanza, que llega de la mano de personas que le irán mostrando como hasta en los momentos más obscuros, aun en la más grande tiniebla una pequeña luz logra mostrarte el camino.
No esperen un final “feliz” como dije arriba, ni un arreglo mágico de todos los problemas. Esperen algo real, algo que sin embargo y a pesar de todo deja la puerta abierta a lo que nos habla la película en general:
“No te detengas, sigue a pesar de todo.” esos son los verdaderos valientes.
