No sé si a ustedes les pase pero a mi si, cuando voy a una librería por lo general ya sabiendo de cual obra quiero comprar no siempre salgo de la tienda del todo satisfecho y no porque no compre el libro que quería, sino porque no pude comprar todos los que hubiese deseado.
Cuando leí la reseña de este libro en la revista GQ, algo me llamo la atención, la frase: “Literalmente Adictivo” #MercadotecniaMil, pero lo que me termino de convencer fue lo que últimamente tomo mucho en cuenta, la crítica especializada, y con un sin fin de buenas reseñas así como premios internacionales, fue lo que finalmente despertó en mi unas ansias de leer ya este libro.
Así que cuando llegó el “buen fin” me decidí ir a comprarlo y aunque finalmente no tenía ningún descuento no pode resistirme al ver esas más de 600 páginas de lo que se augura es el nacimiento de un grandioso escritor: Joël Dicker, bueno eso dicen.
La historia que está contada en tres tiempos (amo y odio eso, esta vez lo ame), nos cuenta la historia de cómo un joven escritor cae en la llamada “Enfermedad del escritor” en la cual tiene ante sí una página en blanco y muchas preocupaciones por llenarla, es así como en la busca de inspiración va con su amigo casi padre Harry Quebert intentando buscar esa chispa que cree haber perdido.
Por una serie de eventos, se descubre que Harry en 1975 y al contar con 34 años tuvo una relación con Nola, una adolescente de 15 que desapareció en el verano de dicho año, la trama tiene un giro cuando de hecho descubren el cuerpo de la chica en el jardín de Harry. Es así como el joven Marcus Goldman intenta descubrir que es lo que paso en ese fatídico verano, se convierte de la noche a la mañana en un detective que busca encontrar lo que ayude a su amigo a librarse de aquel terrible cargo. Pero mientras más investiga más parecen enredarse las cosas, y por si esto no fuera poco hay alguien en ese pueblo que hará lo que sea por impedir que Marcus descubra la verdad. 
Cada página es más adictiva que la anterior, cada capítulo más enigmático, y si te gustan las series como La ley y el orden, y cosas de ese tipo de la recomiendo ampliamente.
No soy un gran admirador de las novelas clásicas, creo que lo mío son las contemporáneas que cuentan historias reales, cosas que podrían pasarle a cualquiera de nosotros, en un ambiente que es familiar y con todas las ventajas del internet.
La trama nos deja también ver las estrategias que los editores y editoriales usan para lanzar libros de autores reconocidos, y nos zambulle en una serie de eventos que terminara como nunca lo esperamos, uff amo los finales impredecibles.
Claro que la perfección reside en no buscarla y si algo puedo criticarle al autor y que me sorprende no haber visto en alguna crítica es:
La gran ausencia de personajes femeninos fuertes y con autoridad, pareciera que cada mujer del libro no saca más que estereotipos: la sumisa, la perfecta y hasta la intensa. Y es que cada policía, cada agente, cada autoridad, cada editor, estas figuras de autoridad siempre son hombres, nunca tuve la impresión de que introdujera a una mujer realmente de carácter, parecían más un adorno, un mero relleno, no creo adelantar nada, pero Nola es muy insegura y a veces cae en lo ridículo (noventa por ciento del tiempo).
La verdad sobre el caso Harry Quebert al que yo califico con 4 estrellas, y le quite una por lo ya mencionado, fuera de eso vale cada centavo que pagues por meterte en la trama, en este casi trio que termina convirtiéndose en una orgia con los personajes que se involucran y que jamás imaginaste.
No ocultes tu adicción:
#AdictosALaVerdad
