[Filosofía personal]: Ser fiel a uno mismo

Esta semana ha sido una de las semanas más agitadas en mi vida, cuestiones personales, académicas y profesionales se han puesto de acuerdo para darme la mejor de las lecciones: ser fiel a uno mismo. Es normal que como seres humanos en ocasiones toquemos fondo. Algunos se quejan de ello y se la pasan preguntando al “Dios del Face” que por qué les suceden esas cosas. Para mi siempre ha sido una cuestión muy enriquecedora porque me ayuda a redirigir mi rumbo y darme cuenta de lo que estoy haciendo mal. Siempre he crecido, aunque no lo puedo negar, normalmente cuando toco fondo la situación me arrolla, me desestabiliza, me deja sin noción. ¿Y que tiene de malo si eso pasa? La única constante a la que podemos acostumbrarnos es al cambio.

Desde hace tiempo decidí ser partidario de usar la creatividad como mi principal motor, sin embargo en ocasiones las balas suelen mojarse, y es entonces cuando debes reestructurar. Normalmente cuando algo anda mal, el destino te pone frente a un escenario con diferentes caminos, tu debes saber cuál elegir, siempre sabrás cuál será, porque está en tu código cumplir con tu misión, y sea cual sea el camino, siempre escogerás el que te acerque más a esa misión. En consecuencia, podemos entender que nada de lo que nos pasa en la vida es cuestión de casualidad, todo tiene un significado, el cual solemos descubrir cuando ha pasado.

Uno de mis libros favoritos se llama “Seamos personas de influencia” de John Maxwell. En este libro el habla de que la integridad es el valor que nos ayuda a ser congruentes con lo que sentimos. Cuando tenemos una situación apretada, dice este libro, debemos identificar cual de nuestros valores está en juego y a partir de ello evaluar las consecuencias de pasar por alto ese valor personal. Esta semana, después de la turbulencia, he caído en conclusión que el valor al que estaba a punto de quedarle mal era al de ser fiel a uno mismo. Fue una cuestión muy ruda, es aceptar unas condiciones que pueden llevarte a algún lugar mejor a costa de pasar por encima de ti. Afortunadamente, logré calmar las aguas y decidí no traicionarme. Quizá pierda experiencias que me hubiera gustado conocer, pero no lo haré si es a costa de mi filosofía, a final del día el activo más importante que tenemos como seres humanos es tenernos a nosotros mismos.

Conozco muchos casos de personas que lograron una cierta meta, se sienten realizados, pero esa meta que cumplieron la alcanzaron gracias a que decidieron faltarse al respeto, a darse la espalda a si mismos, a tener una gloria temporal que al final terminará por recriminarles el resto de sus días el por qué lo hicieron. Es ahí donde yo me detengo, donde veo “la raya” que delimita el respeto hacia mi persona.

Podrás perder muchas cosas, algunas experiencias e inclusive el afecto de algunas personas, pero la sensación que tendrás al respetarte a ti mismo te dirá a gritos que el sacrificio valió la pena. Una vez que te des cuenta de ello deberás entender la lección, lo siguiente, será cuestión de caminar.

Rudy Marín.

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