Pese a que las herramientas tradicionales de marketing ofrecen información valiosa, éstas no son suficientes en algunos casos, permitiendo así la entrada del neuromarketing, una herramienta que permite detectar áreas que no habían sido consideradas anteriormente.
De acuerdo con el departamento de investigación de Merca 2.0 la inversión en publicidad en México durante el 2012 fue de 91 mil 444 millones 536 mil 880 de pesos, situación que evidencia la gran cantidad de dinero que las marcas están dispuestas a invertir con tal de llamar la atención de sus posibles consumidores, sin embargo esto no les asegura el éxito.
Ante la creciente necesidad de las marcas por encontrar nuevos métodos para llegar a su target de maneras más efectivas, herramientas como el neuromarketing han comenzado a desarrollarse de manera exponencial, sobre todo teniendo en cuenta que tal y como lo dice Roberto Álvarez (2010) “el 95 por ciento de las decisiones de compra se toman en el inconsciente del cerebro y, por ello, la ciencia desempeña un relevante papel en este ámbito”.
El neuromarketing ha tenido una buena recepción en México, pues a través de esta herramienta es que las marcas han comenzado a ser más cuidadosas situaciones que obviaban anteriormente, poniendo ahora mayor atención en elementos como el empaque, la información de la etiqueta, las texturas que se manejan, el tamaño, entre muchos otros.
Por otro lado, uno de los mayores retos que se han percibido para la implementación de esta herramienta en el país es una barrera de tipo psicológica, pues para muchas marcas y empresas el subconsciente sigue siendo un terreno desconocido e incluso hay empresas que lo ven como algo muy extraño. Si bien el neuromarketing crecerá en los años por venir, señalando el avance que se ha dado en otros países como Estados Unidos, de momento hay mucho escepticismo sobre qué tan realmente útiles pueden ser los datos obtenidos a través de esta herramienta a la hora de tomar decisiones en términos mercadológicos.
