Si tu negocio quieres empezar, con un árbol lo debes de comparar

¿Quién no ha pensado en emprender un proyecto, sea de negocios, o bien publicitario o de cualquier otra índole? Considero que muchos (por no atreverme a decir todos), pero en la mayoría de las ocasiones, solo pensamos en dos vertientes: El interés o la necesidad a cubrir dentro de mi mercado objetivo y en la rentabilidad del mismo. Pero existen otros factores de igual importancia, que no los consideramos y que, en conjunto, logran agregar valor al proyecto en su totalidad.
El agregar valor va más allá de distinguirnos de una competencia, consiste en que, el recurso humano en el proyecto, aporte sus cualidades innatas en la ejecución de sus labores, como voluntad, búsqueda de la mejora y libertad de decisión; y a la vez, el proyecto en si mismo, responda a los cambios con calidad, servicio y oportunidad, mediante la publicidad efectiva y creativa. 
Pero, ¿cómo distinguir estos factores que permiten agregar valor en mi proyecto? Hagamos una comparación sencilla de su proyecto con un árbol. El árbol tiene 4 componentes fundamentales:
1) Las raíces: Permiten al árbol mantenerse con vida, pues es por donde absorben los nutrientes necesarios; en su proyecto, las raíces corresponden al recurso humano, y sus acciones en pro del funcionamiento de la empresa, tales como la generación y aplicación del conocimiento, toma de decisiones efectivas y la mejora de la organización.
2) El tronco: Es el cuerpo del árbol, lo que lo mantiene erguido; en este caso, para su proyecto, son los demás recursos que permiten el funcionamiento constante de la organización, como los recursos materiales, tecnológicos, financieros y ambientales.
3) Las ramas: Podemos decir que las ramas son las extensiones de los árboles o los troncos secundarios que, bajo ciertos efectos naturales, le dan forma a los árboles; en el proyecto, son esas extensiones que dan forma al proyecto en sí, y con los que existe una relación recíproca de beneficios mutuos, entre los que se encuentran: Colaboradores, proveedores, accionistas, clientes, gobierno y comunidad.
4) La flor o el fruto: Finalmente, la flor o el fruto son todos los resultados que pueden obtenerse, tanto para el propio proyecto como para los demás, tales como ingresos, reinversión, cumplimiento de normas y leyes, satisfacción de necesidades, creación de fuentes de empleo, entre otros.
Así que mis estimados lectores, esta es una de las múltiples formas existentes para comenzar y planear un proyecto a emprender. Sólo tengan en mente que, independientemente del modelo a seguir, todo debe de ir enfocado a agregar valor.
See ya.
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