Hola mi estimada gente lectora, me es grato saludarlos y darles la bienvenida a este que es mi primer post como tal en nuestra plataforma Kalot. He decidido empezar hablándoles un poco de uno de los últimos libros que he leído, “Memorias de una Geisha” de Arthur Golden. Se trata de una novela sumamente interesante, recomendable para todos aquellos que disfrutan leyendo una buena historia, dramática y genialmente simple; historia que en mi caso reivindica al oriente después de una catástrofe del tamaño del Gangnam Style.
Les comparto, esta novela de la vida real publicada en el año de 1997 cuenta la trágica historia de una pequeña, con unos extrañamente bellos ojos azul grisáceos, que es arrebatada de su hogar debido al desahucio de su madre y la indiferencia de su padre, el cual decide venderla junto con su hermana a un hombre que posteriormente las comercializará a una de las regiones de Geishas más famosas de Japón (y no, no es ni siquiera parecido a uno de esos clubes que pueden venir a su mente). Su protagonista la pequeña Sayuri San (cuyo nombre en la vida real es Mineko Iwasaki) sobrevivirá interminables travesías, dormirá con el enemigo y sufrirá grandes pérdidas antes de convertirse en una de las Geishas más cotizadas de todo Japón. Comprendiendo que la vida es solo una serie de eventos inesperados, los cuales lejos de planear te terminan llevando al lugar donde debes de estar.
La novela se desarrolla con una descriptiva tan bien cuidada que te hará admirar cada detalle de la bella cultura japonesa, es más, desearás ir a Japón nada más por unos buenos drinks de Sake y licor de ciruela.
Esta historia fue llevada al cine en el 2005 producida por el gran Steven Spilberg, siendo acreedora del premio de La Academia y un Grammy por su gran calidad. He de comentar que la movie es muy buena, sin embargo, como todos los que leen el libro antes de ver la película he de decir que se queda corta en comparación al relato creado por la propia Iwasaki y Golden. No comentaré más, ni provocaré su furia arruinándoles el final ni entrando en detalles, esperando que consigan el libro y lo lean; y para aquellos que no son muy afectos a la lectura, réntense la movie y verán que como yo, no se transformarán en freakis adora-Japón, pero si les cambiará la perspectiva de la dificultad y la desmedida dedicación que existe detrás de la vida de una Geisha.
Cerraré con la última frase del libro y una de mis favoritas:
“Cualesquiera que sean nuestras luchas y nuestras victorias, comoquiera que las padezcamos, enseguida desaparecen en la corriente, como la tinta acuosa sobre el papel”- Mineko Iwasaki.
