El ciclo de José Manuel de la Torre al frente de la Selección Nacional terminó. La paciencia de los directivos que iban a “muerte” con el Chepo en su camino hacia el mundial, se agotó. El “Aztecazo” conseguido anoche por el cuadro hondureño fue la bomba que hizo entrar en razón a la FEMEXFUT que la madrugada de este sábado decidió destituirlo.
A tres días para el compromiso contra Estados Unidos, Luis Fernando Tena va a ser el encargado de encarrilar al TRI, que el día de hoy se encuentra en la gris zona de repechaje y con las visitas a Estados Unidos y Costa Rica pendientes.
Más vale tarde que nunca, pero en este caso los focos rojos estaban prendidos desde hace 8 meses. Tras pasar “caminando” la fase previa al Hexagonal, los empates en el Azteca con Jamaica y Estados Unidos, los fracasos en Copa Confederaciones y Copa Oro, jugadores declinando formar parte del seleccionado, más la falta de un planteamiento que no fuera tan predecible, nos dejaban ver que si no se hacía algo a tiempo, nos veríamos en los mismos apuros que hace cuatro años.
Para detectar todas estas situaciones y tomar decisiones correctivas existe gente que “sabe” de fútbol. ¿Era necesario llegar a este extremo? En toda la afición cala hondo el hecho de que la histórica casa del TRI, el temido coloso inquebrantable, en el que por muy mal que viniera jugando la selección, siempre se crecía y sacaba la casta para seguir siendo intocable de local, se pierda. Esa ambición que mostró Honduras por querer llevarse la victoria, es la que desde hace ya casi un año perdió la selección mexicana. Pocos días para cambiar, pocos juegos para mejorar, pero lo que se necesita está claro: compromiso y ganas de “partirsela” por parte de jugadores, cuerpo técnico y directivos.
47 juegos, 27 triunfos, 12 empates, 8 derrotas, un equipo al que nadie respeta en el Azteca y la clasificación al mundial pendiendo de un hilo, el legado del Chepo.
Tu turno, Tena, sálvanos de este suplicio.
