A Star Is Born: refrescando la vieja historia.

Por lo regular no acostumbro ver películas del género musical, cuando las veo por casualidad no puedo evitar pensar cada que hay una pausa en los diálogos: “No cantes, ¡por favor! Sigue actuando”. Esto porque me agradan las tramas menos espectaculares y más cercanas a lo que es la forma de actuar de las personas comunes.

Me motivó ir a ver A Star is Born por la razón que algunos la comparan con filmes como Walk The Line (la vida del músico Johnny Cash) o The Wall (adaptación del famoso álbum de Pink Floyd). No llegó a tanto, para mi gusto, pero vaya que es una sorpresa agradable.

Nada más al comenzar, nos encontramos ante un trabajo que golpea visual y sonoramente con la actuación en directo del ídolo Country Rock, Jackson Maine (Bradley Cooper) quien lleva una agitada vida, llena de excesos, drogas y fama.

Alcohólico consumado, después de uno de sus tantos conciertos y de regreso al hotel donde se hospeda en California; no soporta más y pide a su chofer lo lleve al bar más cercano. Después de buscar, llega por casualidad a un lugar donde conoce a un joven admirador, quien le insiste se quede a presenciar el show. Es entonces cuando toma el pequeño escenario Ally (Lady Gaga), quien mediante un extravagante performance logra impresionar a Maine con su presencia y voz, cruzando miradas inevitablemente; quedando este fascinado. Jack es invitado por su admirador (quien resulta ser amigo de Ally) para que la conozca después del show. Así comienza la historia de estos dos personajes, quienes en apariencia no tienen nada en común; más que la música.

Con una joven que no cree en sí misma, dudando de lo que puede llegar a hacer con su talento y un hombre en la cima del éxito, tambaleándose. Así, la historia avanza hasta momentos que como espectadores nos pueden parecer predecibles, sin embargo, debido a la naturalidad y fluidez con que se nos relatan, resultan emocionantes.

Siendo un musical, uno espera que surjan esos “diálogos cantados” que rompen con lo ordinario de la vida y enaltecen el arte (no siempre exitosos en algunos films). Pero A Star is Born “le saca vuelta” a esta técnica para brindarnos “música donde debe de ir” con actos que van apareciendo de una forma lógica y natural en la vida de los personajes, llegando a dar la impresión de que nos encontramos ante un filme puramente dramático donde la música se entrelaza casi sin darnos cuenta con las imágenes y diálogos.

Al observar las acciones y escenarios, nos damos cuenta (o podemos darnos una idea) de cómo puede llegar a ser la vida de una persona sumergida en la fama, tocando temas como la adicción y la depresión; latentes como una realidad en el ambiente del espectáculo.

Las actuaciones de Gaga y Cooper son sobresalientes, destacan también Andrew Dice Clay como Lorenzo (padre de Ally) David Chappelle, Anthony Ramos (mejores amigos de Jack y Ally, respectivamente) y Sam Elliott como Bobby Maine (hermano mayor de Jack).

Técnicamente (tanto en sonido como fotografía) es un trabajo notable que cualquier amante del cine debería ver. La banda sonora está completamente hecha de composiciones originales para la película e interpretaciones hechas por los protagonistas.

¿Defectos? En realidad pocos. Tal vez algo larga la duración y  que es romántica (eso ya es cuestión de gustos).

Cabe mencionar que es la tercera vez que esta historia se adapta al cine, siendo la original filmada en 1937 por William A. Wellman; pero ese es tema aparte. No hay duda que esta adaptación de 2018 será tema  de discusión como posible candidata a importantes premios por lo que resta del año.

 

Mientras se esperan los resultados de la que ha sido la opera prima de Cooper como director, no queda más que decir que: es una opción sin duda recomendable en la cartelera actual.

Total
0
Shares

Deja un comentario

Related Posts
Total
0
Share