Es bastante obvio y sabido que muchas de estas sagas solo cumplen con el objetivo de entretener al público, pero hay algunas que no alcanzan tal meta y se quedan en el intento de una producción que con ese presupuesto pudo haber dado más, tal es el caso de El cazador y la Reina del Hielo [Título original: The Huntsman: Winter’s War. Dirección: Cedric Nicolas-Troyan. País: Estados Unidos. Año: 2016]
Desde la primera entrega, era evidente que tenía varios fallos, pero en esta segunda parte, se nota que es un producto hecho simplemente para generar ganancias, dejando de lado cosas esenciales para el arte cinematográfico, principalmente hollywoodense; por mencionar algunas: un guión sin rumbo fijo, con personajes que parecen estar escasos en una estructura, actuaciones forzadas (Thor tratando de interpretar a un cazador) y dos villanas salidas de una pasarela de moda.
Es bastante notorio que este largometraje viene de la trayectoria de Maléfica [Título original: Maleficent. Dirección: Robert Stromberg. País: Estados Unidos y Reino Unido. Año: 2014], puesto que el realizador francés proviene de la antecesora de la película que nos atiende en este escrito y de la que se menciona en esta párrafo.
Pero no todo es negativo en El cazador y la Reina del Hielo, tiene un elemento rescatable: los efectos especiales; el director fue encargado de estos en Blancanieves y el Cazador [Título original: Snow White and the Huntsman. Dirección: Rupert Sanders. País: Estados Unidos y Reino Unido. Año: 2012] y El aro [Título original: The Ring. Dirección: Gore Verbinski. País: Estados Unidos y Japón. Año: 2002], por mencionar algunas.
La actuación de Charlize Theron, aunque con muy pocos minutos en pantalla, te da otro sabor de boca al ver la película; pero al ver la confrontación final de la película, pareciera que estamos dentro de un spot de algún perfume por las poses de las actrices, el vestuario de las dos hermanas, y la elegancia connotada al derrotar a Ravenna, pareciera que en vez de destruirla, El Rey Midas la tocó y la transformó en oro.
En cuanto a la actuación de Chris Hemsworth, es realmente penosa, pues da la sensación de que estamos viendo a Thor tratando de ser el cazador enamorado, sacrificado y héroe de la historia. Asimismo, la historia de amor que nos presentan de los protagonistas no nos atrae; el romance de los amigos de baja estatura logró captar mucho más la atención. El personaje de Freya parece una reproducción maléfica (dentro de su universo) de Elsa de Frozen: Una aventura congelada [Título original: Frozen. Dirección: Chris Buck y Jennifer Lee. País: Estados Unidos. Año: 2013].
La historia también tiene unos cuantos chistes bastante forzados por parte de los enanos, como si estuvieran fuera de lugar, y tuvieran que entran como fueron marcados e indicados, sin conquistar alguna risa sincera en el espectador.
El punto es que en un momento se da la impresión de que el cazador y Freya intercambian papeles, uno actúa más frío que otro, tal vez Chris no quería extrañar la ausencia de Kristen Stewart, quien interpretó a Blancanieves en la película anterior, dando como fruto una muy mala actuación.
En cuanto al director, se entiende que es su Ópera prima, siendo bastante probable que sea una película por encargo por su participación anterior en las películas mencionadas en líneas anteriores. Me parece mucho más interesante su cortometraje Carrot Vs. Ninja, notando desde ahí el apego a los efectos especiales por parte del director, es así como podríamos entender por qué está hecha de esta forma El cazador y la Reina del Hielo.
Si de verdad quieren ver una producción que proponga algo interesante con base en el cuento de Blancanieves, pienso que es una mejor alternativa Blancanieves. [Título original: Blancanieves. Dirección: Pablo Berger. País: España. Año: 2012]
Y parafraseando a Ravenna, yo pregunto ¿estás listo para ver esta película?
