Un intento fallido por llevar un producto de televisión al cine que se queda corto a la de contar su propia historia.
Nadie puede negar el rotundo éxito que obtuvo la producción televisiva de “Las Aparicio”. Fue un producto de calidad que ofreció un contenido diferente y con temáticas poco vistas en la televisión mexicana. Por ello, a nadie le resultó extraño cuando esta historia iba a tener su propia adaptación pero ahora en los cines, lamentablemente esta nueva producción carece de muchos elementos que consagraron a antecesora.
Esta película, a diferencia de otras cintas que salen de una serie de televisión y por lo general es sólo un capitulo más pero de larga duración, nos cuenta la historia de la familia Aparicio y sobre la extraña maldición que acompaña a las mujeres descendientes. Sin necesidad de haber visto la serie, uno puede enterarse de todo lo que sucede alrededor de este grupo de mujeres y sus problemas. En primera instancia este sería un punto favorable, dado que permite conectar no sólo con el público que ya las conoce, sino también llegar a nuevos sectores. Lamentablemente esto se convierte en su principal problema: carece de muchos elementos que nos impiden tener una conexión con sus personajes y su entorno. A manera de “pequeños recuerdos” se nos presenta el “pasado” de esta familia pero no es más que eso, pequeñas escenas de escasa duración que no dejan muy claro todo lo que se nos trata de decir.
Por otra parte los personajes carecen de toda personalidad o tal vez, por el tiempo de la película, no pueden desarrollarse por completo, lo que lograría generar una especia de empatía con ellos. No quiero decir que los personajes en sí (de la serie) sean planos, al contrario, son personajes poco vistos en televisión pero al tratarse de una nueva producción, estos no pueden mostrar más allá de lo superficial. Lo único que rescatable (y poco aprovechado) sea la actuación del gran Damián Alcazar pero como ya dije, el poco tiempo que tienen para contar toda una historia termina por afectar a todo el reparto.
Al final te queda la sensación de haber visto una película cuya historia carece de drama y emociones aunque en realidad sólo se trate de un intento fallido por llevar al cine una buena historia que probó romper paradigmas.
