Una comedia romántica fresca y divertida que cumple con lo que promete.
Él es un inventor de juegos y rompecabezas, muy celoso de su trabajo, que sólo se puede concentrar en absoluto silencio. Ella es una pianista consumada que no puede vivir sin música y que se prepara para un concurso de alto nivel.
Así podemos describir la comedia romántica “Me quiere, no me quiere” (Un Peu, Beaucoup, Aveuglément) que ya había sido presentada en México gracias al Tour de Cine Francés y ahora regresa a cartelera.
Como dije anteriormente, “Me quiere, no me quiere” es una comedia romántica y por la tanto tenía que cumplir dos funciones: dar risa y tener una historia romántica. Afortunadamente las cumple. Como saben, no soy fan de las comedias románticas porque, generalmente, nos ofrecen la misma historia con los mismos personajes con las mismas situaciones y, claro, con el mismo final acartonado.
Aquí pasa algo diferente que, si no se presta la debida atención, pasa desapercibido. Los protagonistas tienen una química espectacular. Desde principio a fin. En primera parte discuten y después, como en toda película de éste genero, encuentran algo que los une. Posteriormente tienen que lidiar con los problemas que conlleva tener una relación.
Tal y como comencé esta entrada, la historia se centra en la vida de un hombre (que pasa todo su tiempo inventando juguetes y ha invertido los últimos 7 años en crear un nuevo juegue que desarrolle la mente) y una mujer (la cual vive frustrada por no haber conseguido ser reconocido como una gran pianista). Al principio no se soportan y hacen todo lo posible para molestar al otro. En esta parte los gags de comedia son realizados de buena manera. Cada momento de discusión es un total disfrute.
En consecuencia, viene el punto en el que ambos logran encontrar un equilibrio y por ende, comienzan a relacionarse más para que, al final, logren iniciar una relación.
“Me quiere, no me quiere” es una gran película que vale la pena ver y disfrutar
