Me encanta haber nacido en el auge del Internet, de las redes sociales, del mundo digital. Pero al mismo me duele haberme perdido “esos tiempos” donde la música era buena, las modas en realidad eran novedosas y los que llegaban a ser famosos no solo conquistaban al público grabando vines sin sentido, si no que realmente lo hacían con su talento. No me malinterpreten no estoy diciendo que en este momento no haya gente talentosa, pero de verdad cada vez nos conformamos con menos.
Hoy viví una situación que más allá de molestarme me preocupó, resulta que soy responsable de administrar las redes sociales de algunas marcas reconocidas a nivel global, y de pronto, cual horda de zombies comenzaron a llegar cientos de mensajes directos en los cuales sugerían que se imprimieran las fotos de un tal Mario Bautista en los empaques de producto, que se realizara una campaña, o que se hiciera un comercial. Obviamente nos dimos a la tarea de buscar quién era ese “talentoso” movedor de masas y lo que descubrí me hizo creer menos en la humanidad.
Resulta que es primo de la cantante Fey, y se hizo famoso por grabar vines, sus admiradoras; bautisters como se hacen llamar, dicen que es guapo, “buen hombre” y divertido.
No voy a juzgar si lo es o no, lo que me preocupó realmente es que son solo chavitas que ni la mayoría de edad han alcanzado, escribiendo mensajes a las 3 de la mañana, deseosas de “perder su virginidad” con Mario Bautista, y a mi qué si la pierden con quien quieran, me preocupa que las nueva generaciones no sean exigentes consigo mismas, que en su afán de ser diferentes se conviertan en una “bola de borregos” que va detrás de algo que seguramente no les dejará nada bueno, pero sobre todo me preocupa que cada vez se valore menos el intelecto de las personas y se alabe más a la mediocridad y la superficialidad.
