“El hombre contemporáneo tiene tres metas existenciales: 1) cargar la batería de su iphone; 2) conseguir más seguidores; 3) convertirse en hashtag mundial durante media hora.” Héctor Zagal (doctor en filosofía)
Pensando toda la semana en qué escribir para ustedes, para interesarlos, no aburrirlos, atreaerlos, mantenerlos y conseguir más adeptos, ha sido una tarea ardua. Porque escribir “algo” que no sea atractivo, para los que nos dedicamos a bloguear, hace la diferencia entre ser uno más o destacarse.
Y entonces la inspiración se hizo presente. El “caos mental” que provoca vivir en una sociedad “sobre informada” a la vez desinformada, muy “comunicada” aún sin entendimiento, sé que me entienden, pero si piensan que desvarío, entonces vayan a ver esta obra que se presenta en el Centro Cultural del bosque y sólo estará hasta este domingo, y hoy viernes la entrada es baratísima (45 varitos), y después se pueden ir a chelear.
La cuestión de la obra es una especie de diálogo frenético, lleno de anécdotas populares que no paran, así como el flujo de información que recibimos a diario. Los actores (una dupla) no dejan de moverse y los textos, aunque muy sencillos, vienen como avalanchas y te obligan a seguirles el paso, no te dan tiempo de pensar, aunque, irónicamente, estés repasando lo que te paso en el día, viendo tu teléfono, los pendientes, etc.
Retrata a la perfección el caos que existe en nuestra mente que no para de procesar lo que ve, lo que oye, lo que produce, lo que siente, incluso lo que no alcanza a comprender; todo a la vez con buen humor, inteligentemente llevada, vale mucho la pena.
Como espectador te ves ahí siguiendo el hilo, tratando de recordar nombres, de captar los chistes, de seguir a uno y otro actor; tu vista va de un lado a otro, mira la pantalla, trata de seguir las imágenes, mientras el oído está pendiente de los diálogos y la música, igual que transcurren nuestros días en el transporte público, en el trabajo, en la casa, en todo momento cuando tu mente debe estar al 110 por ciento.
La parte existencial de estar tan metido en tantas ideas y querer no pensar más. Estar rodeado de todo y todos, pero sentirte sólo, de no estar satisfecho con lo que haces, cómo vives, de tratar de seguir las modas, estar a la vanguardia, para ser exitoso, para estar muy bien informado y tener conversaciones de las tendencias y ser considerado interesante. De lo banal que es ahora la sociedad.
El caos mental nos define como sociedad de la información y la tecnología que nos acerca, porque trasciende fronteras, pero que nos aleja de los que tenemos cerca, o no se han cachado en sus reuniones viendo su facebook, subiendo sus selfies, haciendo conversaciones digitales en lugar de convivir de manera tradicional, o ¿es qué ya no se usa la comunicación cara a cara?
La paradoja de lo acerca que a la vez nos aleja.
Brenda A. Comunicóloga, controladora y amante de los felinos (vayan a ver la obra).
