Por fin llegó el tan esperado spin-off de “Mi Villano Favorito”. Tenía una tarea difícil: Cargar con el peso protagónico de una película de comedia-familiar cuyo personaje central, en esta ocasión, no aparece. A mi parecer, lo cumplió.
Cuando se estrenó “Mi Villano Favorito”, hubo unos personajes, unos pequeños seres amarillos que se robaron rápidamente la atención del publico y que los posicionaron en la cima de las preferencias: Los Minions. Estos seres fueron cobrando mayor importancia en la saga, prueba de ello es el papel que juegan en la historia de “Mi Villano Favorito 2”. La gente quería más, quería más de los Minions y Universal se los cumplió.
Esta cinta no supera a sus dos antecesoras ni resulta la gran película del año, pero aporta una comedia sana, al estilo clásico. Sin más diálogos que unos cuantos ruidos, los minions llevan al espectador por un sube y baja de risas. Por momentos se puede sentir larga y sin sentido pero recupera la atención con las diferentes situaciones cómicas por las que atraviesan sus protagonistas.
Hay que decir que la villana (en realidad, villanos) de esta historia no se puede comparar a lo que es Gru. Nada que ver. Incluso, lejos de tener un papel importante, podría catalogarse como una simple acompañante. Alguien que solo sirve de trampolín para que se luzcan los protagonistas.
Dicho lo anterior, la película nos demuestra que estos pequeños amarillos tienen el carisma suficiente para captar la atención de todos y hacer una agradable historia. Sin ser profunda o tener giros, nos hace pasar un rato divertido con la familia. Cien por ciento palomera y, como dije anteriormente, con una comedia sana. Las voces llegan a sentirse sobre actuadas por momentos pero fuera de ello es una completo disfrute.
Si quieres salir con tu familia este fin de semana a disfrutar de una buena película, los Minions son mi recomendación.
