Hoy traigo para estos últimos días de vacaciones una recomendación de una película que no ha hecho más que incrementar desde que la vi mi gran fascinación por la cultura inglesa y más específicamente por la corona.
Esta historia y protagonizada por la más reciente ganadora del óscar Cate Blanchett nos cuenta la historia de una de las mujeres más importantes de todos los tiempos: Isabel I de Inglaterra, hija de Ana Bolena y Enrique VII.
La trama principal se centra en los años en los que los católicos retoman el poder teniendo como estandarte a la reina María y media hermana de Isabel que en la búsqueda de asegurar que los protestantes no vuelvan a la corona usa medidas extremas contra de ellos al mismo tiempo que está desesperada por dejar un heredero que asegure esta misión, cosa que nunca pasa dejando así a la Isabel de veinticinco años como nueva Reina de Inglaterra.
Isabel se encuentra en un país sumido en la pobreza social y económica. Por un lado el asecho de la mayor potencia de su tiempo: España. Por el otro gran parte de la población aún se debate por temas religiosos cosa que trae más de un atentado contra la soberana.
En lo personal Isabel no está mucho mejor ya que sus más allegados le piden que se case y así asegure lo que nunca pudo su hermana María, que es un heredero que al fin pueda en un futuro asumir el trono, a esto Isabel siempre se negó asumiendo así el mote de La Reina Virgen.
Hay muchos mitos acerca de por qué nunca accedió a comprometerse, desde deformidades físicas hasta preferencias sexuales, lo cierto es que en sus más de cuarenta años de reinado y al morir dejo una Inglaterra poderosa y preponderante mundialmente siendo el periodo que gobernó conocido hasta la fecha como La época dorada de Inglaterra.
