¿Las contraseñas se fatigan? No exactamente…

Que tal kalochos, ya estamos a punto de terminar este mes de marzo, entró la primavera y pese a ello, las variaciones de clima se han hecho presente, al menos en San Luis Potosí, lo que provoca que en ocasiones no tengamos la certeza de que ropa vestir, dado a los múltiples cambios climáticos que existen.

Pero entrando en materia, y hablando de certeza, ¿a cuantos de nosotros nos ha pasado que se nos olvida la contraseña que tenemos en nuestros diferentes servicios, como la banca electrónica, nuestra tablet o computadora, la conexión inalámbrica, nuestro correo o red social? Creo que a todos, y es que estamos rodeados de servicios y diferentes actividades que requieren contraseña.

Sin embargo, en ocasiones nuestras contraseñas son algo débiles, es decir, que no cumplen la extensión, la forma, o la complejidad para que no sean vulnerables, presentándose la oportunidad de que cualquier hacker con tiempo y ganas puede acceder a nuestras informaciones protegidas. Y esto ocurre, dado que no tenemos ganas de hacerlo, porque supone que es demasiado esfuerzo o tienen miedo que se les olvide. A esto se le ha denominado el síndrome de fatiga de las contraseñas, que en pocas palabras es la creación de contraseñas sencillísimas, o bien, repetitivas, pese al peligro que esto conlleva.

Pero, ¿porque lo hacemos? Posiblemente por miedo a que se nos olviden, o bien, simplemente por tener acceso a un servicio. De acuerdo a los especialistas de seguridad en informática, indican que las contraseñas deben de tener, mínimo, ocho caracteres, en una combinación de caracteres alfanuméricos, así como signos del teclado, sin necesidad de hacer alusión a fechas personales, y que deben de cambiarse periódicamente (entre 6 a 9 meses aproximadamente).  

¿Y porqué se recomienda esto? De acuerdo a un estudio efectuado en 24 países, el 40 % de los usuarios no tiene cuidado a la hora de formular sus contraseñas o password, dado que, la clave más frecuente es la siguiente: 123456, si, vieron bien, 123456. Entonces, ¿que complejidad representa? Sería el colmo que alguien tuviera como contraseña, la palabra “contraseña”. Aparte de esto, se dice que el 60% de los internautas visita entre 5 a 20 páginas de internet que requiere password, y peor aún, hay exploradores de Internet que ya ofrecen la opción de recordar contraseña, dejando de lado ejercitar esta actividad de recordarla. ¿Qué opinan?

Honestamente, yo prefiero tener una contraseña diferente para cada servicio (Facebbok, Twitter, Hotmail, Gmail, Youtube, entre otras), y prefiero anotarlas en mi agenda, como un dato más. De esta manera, siempre cierro la sesión de todo, y cuando ingreso, nuevamente la escribo, para que no se me olvide. ¿Y ustedes, padecen el síndrome?

See ya!!

Fuente: Muy Interesante

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