Los cortometrajes suelen tener buena fama y no solo porque en su mayoría son realizados por directores y cineastas que los QUIEREN hacer, sino porque al ser historias tan cortas tienen ese toque y esa rapidez de los acontecimientos que en la mayoría de los casos se convierten en una buena historia.
En esta ocasión te vengo a recomendar un cortometraje Brasileño lanzado en el 2010 y ganador de varios premios internacionales: No quiero volver solito (Eu Não Quero Voltar Sozinho) que en sus poco mas de 17 minutos de duración nos cuentan una historia de amor, de esas que pasan en la preparatoria, de esa que te hacen desear ir a la escuela, ya saben, esas anécdotas que te acompañaran durante tu vida.
Fuera de estereotipos, lejos de una historia con tintes de novela y sobre todo real este cortometraje refleja un avance en la mentalidad de la sociedad latinoamericana.
Casi sientes como si estuvieras en el salón de clase, en un cuarto, caminando por la calle del brazo de esa persona que te acompaña, esperando que ese camino se mas largo y la espera mas corta.
No adelanto mas de este tema, pero es una historia que te hará preguntarte como en realidad el amor si es ciego.
No tengo que decir que lo amo, creo que es bastante obvio.
