Esta reseña puede contener algunos spoilers.
La infección ha comenzado. Después de lo ocurrido en “30 days without an accident” hemos atestiguado el origen de los hechos que envuelven este segundo capítulo de The Walking Dead.
El bloque D de la prisión de Woodbury ha sido atacado después de que Patrick es infectado por los animales enfermos, por lo que los demás deberán enfrentar la pérdida de algunos seres queridos (si, más).
La primera escena “emotiva” de este episodio llega cuando Ryan, padre de las gemelas, es mordido durante el enfrentamiento en el bloque de celdas por lo que Mika y Molly Samuels tendrán que despedirse de su padre. Algo que llama la atención es el desenvolvimiento de este personaje de Mika, la hermana mayor de este par; una personalidad bastante fuerte que nos hace preguntarnos cuál será su protagonismo dentro de los siguientes capítulos. Durante el primer episodio esta niña llega a tener una pequeña discusión con Carl sobre los pasatiempos dentro de la prisión (asignarles nombres a los caminantes) por lo que suponemos habrá cierto antagonismo de su parte.
Otro personaje que también veremos con más desenvolvimiento a través de esta cuarta temporada es a Michonne, quien durante la revuelta al comienzo del capítulo es herida por el enfrentamiento con un walker. En su recuperación y haciendo compañía a Beth, Michonne llega a tener sentimientos encontrados con respecto a Holly, al punto de llegar al llanto por lo que nos hace suponer que antes de los acontecimientos actuales Michonne fue madre (amantes del cómic, pueden aclarar mis suposiciones).
El drama no termina ahí (y vaya que no) porque para nuestros queridos personajes no bastó con walkers y gobernadores, sino que ahora el virus está esparcido por todos lados y no hay necesidad de morir para convertirse en un ser de aquellos. Al parecer la comida es el motivo y es que como podemos ver cuando Rick la hace de granjero, los gusanos con los que alimenta a los cerdos pudieron haberse alimentado de los cadáveres, para luego llegar a infectar a los humanos cuando se alimentan de ellos. Debe de haber alguna razón de inmunidad ya que Daryl y Rick han tenido contacto directo con cadáveres y animales y no les pasa ni una gripita.
La vida en la prisión ya no puede ser igual, el sacrificio de los animales para dar tiempo de reforzar la valla afectará en los hábitos alimenticios de los personajes por lo que pronto escaseara la comida. Por cierto ¿quién alimentó a los caminantes de la cerca?. Esta inquietud también nos mata.
En fin, excelente episodio que nos deja con ganas de más debido al inesperado final (ya les conté demasiado, descúbranlo si no lo han visto). Nos leemos luego kalochos, recuerden dejar sus comentarios aquí abajo. Saludos.
