He observado diferentes publicaciones en redes sociales, comentando y opinando sobre ¿Cuál debe ser la mascota de la U.P.S.L.P? por eso les quiero compartir una carta que escribí y ofrecí a la universidad antes de terminar mi vida académica, en el año 2015. Ojalá les guste:
“La Universidad Politécnica de San Luis Potosí es la primera universidad politécnica en México, ha sido ejemplo para que otras universidades politécnicas inicien actividades en otros estados y empiecen a escribir su propia historia. La U.P.S.L.P. ha pasado por varias etapas, más buenas que malas, una etapa muy importante fue hace varios años, cuando las instalaciones se encontraban en el centro de la capital potosina y ya no se tenía espacio para aterrizar una gran cantidad de buenas ideas, era necesario dar el salto de calidad que nuestra universidad se merece, encontrando gracias a un coronel urbano, una casa hecha a la medida, una casa con instalaciones de primera, en la cual caben tres cosas fundamentales para nosotros: grandeza de la ciencia, poder desarrollar tecnología y seguir aprendiendo cultura. Necesitábamos ese cambio en busca de progreso, pero al preparar la mudanza, no podíamos llevarnos tantas cosas, entonces elegimos solo empacar algunas historias, alumnos y maestros, dejando atrás un antiguo edificio, mesas, sillas y un Pegaso de metal, que era nuestra mascota mitológica, nos fuimos de ahí aceptando el cambio, conscientes de nuestras raíces, alegres, pues este cambio significó el renacimiento de una nueva historia, como un fénix, esa ave de larga vida que se regenera cíclicamente o, de lo contrario, nace de nuevo.
Sacado de una crónica, un fénix obtiene nueva vida al surgir de las cenizas de su predecesor. Exactamente como pasa generación tras generación en la U.P.S.L.P. donde antiguas matrículas, con experiencia en sus manos, hacen equipo, complementan y en su momento entregan el relevo, a las nuevas matrículas, a la sangre nueva que está llena de energía. Esta unión tiene la finalidad de seguir poniendo nuestra universidad en el lugar que se merece, sí, es cierto, es una universidad relativamente joven pero tiene la experiencia requerida para ser una gran universidad pionera en el país. Esta comunión entre diferentes matrículas y carreras se replica en actividades deportivas y culturales, que para ser una universidad competitiva, requiere prepararse, mejorar procesos, trazar objetivos, hasta crear una generación de alumnos que le regresen a su alma mater un reconocimiento, premio o trofeo como muestra de agradecimiento, construyendo juntos una experiencia para todos.
El fénix vive y muere en un espectáculo de llamas y combustión, somos combustión al unirnos con nuestro escudo, creando esa llama que dió nacimiento a nuestros colores, somos fuego, ese mismo fuego que te hacer hervir las paredes del pecho justo al salir a competir, esa energía de saber que eres el elegido entre los estudiantes, para representar a nuestra casa de estudios, para defender esos mismos colores que siempre han sido motivo de orgullo, los mismos colores que han sido defendidos por otros alumnos en años pasados. Esa energía la contagias a tus maestros y familia, ellos también hacen un esfuerzo para que tengas la oportunidad de ponerte al servicio de tu universidad, pues saben que ahora te toca a ti, te toca a ti seguir sumando a esa historia de la que elegiste ser parte, te toca dejar una parte de ti en la universidad que ahora es tuya también.
Cierto, en ocasiones nos toca perder, recibir con lágrimas una verdad que duele, abrazar la derrota escuchando palabras de aliento sin entenderlas, sin poder sacar de la mente el momento que nos alejó de la victoria, sentimos que fallamos, sin saber que en realidad estamos ganando, que en el futuro, no cambiaríamos ese momento de frustración, ya que nos deja un gran aprendizaje y obtenemos experiencias únicas, parte importante para el desarrollo del ser humano, conociendo la virtud de nuestras lágrimas, que mientras salen para reprocharnos algo, al mismo tiempo son curativas para la purificación de nuestros pensamientos. Eso solo lo puede hacer un Fénix.
Los Fénix de la U.P.S.L.P. aparecemos cuando se pierde la esperanza, cuando hay un silencio incómodo, cuando se asoma la vergüenza, nosotros siempre aparecemos con una gran fuerza, que al unirnos es una fuerza sobrenatural, aparecemos con sabiduría, esa sabiduría que es el resultado de experiencias pasadas, teniendo un gran control sobre nuestras emociones convirtiéndonos en luchadores incansables. Esos somos los alumnos que todos los días vamos a la universidad con la idea, de estudiar, aprender, preparanos, entrenar, salir adelante, estos somos la mayoría los que creemos que tener una mejor universidad es posible, los que ponemos la frente en alto y con nuestro esfuerzo, defendemos nuestra U.P.S.L.P. Somos un gran equipo y unidos haremos nuestra universidad grande, muy grande. Esta filosofía cuando la adquieres ya no se borra nunca.
Al final no importa de qué forma representas o has representado a nuestra U.P.S.L.P., te felicito por ser parte de esta historia única.
Universidad Politécnica de San Luis Potosí, donde están los grandes…”
Gracias por leerme.
Fernando Daniel Benitez Yudiche
@f_erbenitez
