“La Chica Danesa” prometía ser la gran película pero sus intentos se quedan cortos. Una historia contada de manera superficial hace que la cinta pase desapercibida.
El año pasado Eddie Redmayne cautivaba a la Academia con su trabajo en “La Teoría del Todo”, demostró que tenía el talento para interpretar a personajes complejos. Por eso, cuando se dijo que él encarnaría a Lili Elbe, la primera persona de la que se tiene registro que se sometió a una operación de cambio de sexo, todos aseguraban que la película sería un rotundo éxito y sería una fuerte candidata al Oscar. Para sorpresa de muchos, “La Chica Danesa” se ha quedado corta al momento de contar una extraordinaria historia. No es la historia o la actuación de Redmayne (que es buena pero no lo que se esperaba), simplemente la película nunca logra contar de la manera adecuada la historia que tenía en sus manos.
La película lo tenía todo para ser algo grande, para dejar una enseñanza y cautivar a todos, lamentablemente decidió no meterse más allá de “la historia oficial” contándola de una manera superficial y poca práctica para el tema en sí. Desde el principio todos los detalles de la vida de Lili, quien nació bajo el nombre de Einar Wegener, son escasos y no abundan más de allá de su éxito como pintor y su matrimonio con Gerda.
En los primeros minutos y sin dar mayores motivos, el personaje principal termina en un estado de confusión acerca de su verdadera personalidad. Tal cual, no se abordan cuestiones emocionales o algo más profundo; después todo lo sucesos que conllevan a su transformación física no son puestos a detalle. Y es que, si pretendes hacer una película sobre una persona que cambió la historia de la medicina (y emblema social de la actualidad), no puedes mostrarla como un personaje plano que tiene diálogos cortos y no pasa del llanto y las risas. Redmayne hace todo lo posible por encajar en la película pero no puede sólo. Su actuación se ve limitada por el flojo guión que pretende provocar emociones con escenas malas que no pasan del dialogo con su esposa.
Otro aspecto negativo es que, por momentos, parecía que el largo camino que siguió Lili para lograr su objetivo resultó fácil cuando no lo fue. Más allá de una escena en especifico, nunca encontramos una verdadera disyuntiva y cuando parece que las hay, el protagonista se libra sin esfuerzo alguno. Eso termina por tener lapsos aburridos o escenas que no tienen conexión.
Como dije, lo único rescatable son las actuaciones de los protagónicos, aunque eso no termina por llevar a buen puerto la película que inevitablemente termina naufragando gracias a su falta de empeño y esfuerzo a la hora de contar una gran historia. La participación del resto del reparto es poca por no decir nula.
“La Chica Danesa” prometía ser la gran película y terminó decepcionando. Una verdadera pena si tomamos en cuenta la historia y al actor que tenían.
