Joseph Minala se ha convertido en el hombre del momento para los periódicos deportivos italianos después de que fuese convocado por primera vez con el primer equipo del Lazio. El camerunés se sentó en el banquillo en el derbi romano, pero su protagonismo no pasa por sus cualidades futbolísticas.
El chico nacido el 24 de agosto de 1996 tiene una musculatura impropia de un chico de su edad y una cara con marcas de edad que ya levantaron las suspicacias de más de uno. Sin embargo, la polémica se ha desatado cuando un medio senegalés publicó una información en la que se aseguraba que el futbolista tiene en realidad 42 años.
Además, los datos de Transfermarkt (una de las mayores bases de datos del fútbol) no aportan demasiada luz al asunto. Joseph lleva en el Lazio Primavera desde el pasado mes de agosto y su club de origen es desconocido. Desde que llegó a Italia el jugador ha estado jugando en el Lazio y ha jugado nueve partidos en los que ha anotado 5 goles, un dato más que llamativo para un centrocampista ofensivo.
Por eso, el club ha emitido un comunicado en el que garantiza la legitimidad de los documentos de identidad de Minala y amenaza con tomar medidas legales contra los que sigan haciendo mofa con el joven. Sin embargo, este no es un caso nuevo en el mundo del fútbol con los jugadores africanos.
En 2010 la prensa inglesa se hizo eco de la opinión de varios bloggers nigerianos que aseguraban que Kanu y Martins mintieron siempre con su edad. El ex del Arsenal tendría nueve años más de los que declara, mientras que el ex del Inter cuenta con otras siete primaveras más. Asimismo, Femi Opabunmi fue uno de los ejemplos más claros de este tipo de casos para los bloggers. Subcampeón del mundo Sub 17 que terminó jugando en un equipo aficionado francés.
En cualquier caso, todo son especulaciones, excepto el caso de Eriberto Conceicao, un futbolista que tenía 35 años cuando jugaba con una documentación falsa en la que contaba con 16. Finalmente, el jugador reconoció que mintió para ganarse un futuro en el Calcio, regresó a Italia tras arreglar sus papeles y jugó a buen nivel en el Chievo Verona.
