Hace tiempo que entraron los mercados al proceso de la globalización, del libre mercado, lo que permitió a grandes corporaciones saltar sus fronteras para atacar nuevos mercados. Gracias a ese proceso es que hoy en México hay cientos de empresas extranjeras, así como extranjeros participando en empresas mexicanas. Este proceso de globalización impactó en el ámbito cultural y social. Es por eso que en las ciudades hay una mayor diversificación cultural que antes.
A principios de la era de la globalización, las empresas entraban a diferentes mercados con la misma estrategia de marketing, con el paso del tiempo, los consumidores demandan cada vez más que los productos y servicios se adapten a sus necesidades y características. Esto ha provocado que las empresas adecuen sus estrategias de acuerdo al país al que se van a dirigir.
El consumidor ha evolucionado de ser un usuario común al prosumer, es un término que se le ha acuñado a los consumidores actuales, cada vez están más informados y ahora demandan con mayor exigencia que antes. Hoy en día hay tantos medios por los cuales pueden investigar sobre un producto o servicio, evaluar diferentes alternativas y posteriormente decidir su compra.
Recientemente platicaba con Carlos, de Consultoría San José que se especializa en coaching y desarrollo de negocios, y él me comentaba que sentía que la globalización iba hacia un proceso de des globalización, lo que yo entendí de esa interpretación es que estamos tan acostumbrados a vivir en este entorno globalizado que el hecho de personalizar nuestras campañas puede ayudar a incrementar nuestra participación de mercado.
Para poder personalizar nuestras estrategias es necesario hablar en términos de marketing directo, que precisamente es esa actividad de atacar una audiencia de manera individualizada. En esta partida creo que las ventajas son para los pequeños negocios, ellos podrán personalizar mayormente sus estrategias en comparación con grandes compañías. El factor de la especialización creo que empezará a marcar diferencias entre ofrecer un producto o servicio, o ser el mejor en la oferta de ese producto o servicio.
Aquí es donde creo que los emprendedores deben aprovechar este potencial del mercado para ganar terreno a la competencia.
La teoría de los océanos azules habla sobre encontrar nichos de mercado que no se han explorado, quizá no sean los nichos más grandes, pero en ellos no hay tanta competencia. Veo que en los próximos años los océanos azules radicarán en la detección de mercados locales en los que no se tenga el efecto de la personalización de los productos.
¿Crees que será la personalización la clave del futuro de los negocios?
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