La música de The Doors puede describirse como un viaje de conexión entre los sentidos y nuestra esencia mística, nuestro yo superior, lo sagrado, conciliación entre materia y ser, apertura de posibilidades, energía sin límites.
Pero en verano hay una energía especial alrededor, se siente en la piel, en los detalles; por ello es una época ideal para descubrir insignias que han estado cerca y que tal vez no habíamos notado o habían quedado de lado.
1. The Doors es una banda hipnótica por completo. Justo en el verano del amor, por allá de 1967 lograron su primer número 1, Light my Fire, onda, profunda composición carnavalesca y fuerte que avasalló en su momento por su atrevimiento. El dato curioso es que su disco debut se lanzó en enero del ’67 pero fue hasta el verano en que se colocó como número 1.
2. Jim Morrison, su enigmático chaman y vocalista, amaba el verano. Incluso escribiría un par de canciones para venerarlo, Indian Summer y Summer almost gone, ambas baladas llenas de poesía. Las encuentras en los LP’s Morrison Hotel y Waiting for the sun, respectivamente.
3. Siguiendo la línea del nombre de este álbum, Waiting for the sun, que también es un track del disco Morrison Hotel, es notable como Morrison ansiaba esta época del año. Sin duda, escuchar al cuarteto gana mucho cuando se instala en nuestros reproductores en una especie de sintonía mágica con el ímpetu veraniego. Por cierto, Waiting for the sun, el álbum, fue lanzado justamente el mes de Julio de 1968.
4. Precisamente su cuarto disco, The Soft Parade, fue lanzado en Junio del ’69. Este disco contiene temas importantes y fue el más elaborado de todos, incluyendo acompañamiento de orquesta y arreglos muy detallados. Morrison ya tenia una reputación encima y comenzaba a pesarle el ritmo de vida, lo cual se nota en el sentimiento que deja impregnado.
5. The Doors con el paso de los años, se han convertido en una banda de trascendencia innegable; Morrison fue hallado muerto un 3 de Julio de hace ya 44 años, en verano, en su época favorita del año.
No pude hallar mejores argumentos para reforzar esta invitación más que el hecho de que le den una oportunidad a su música, a su mística, a su poesía, al calor interminable y ecléctico de las composiciones. Es inconmensurable e innecesario decir más.
¡Disfrútenlos!
