Es 1993 y la agrupación en cierta forma muestra su respuesta natural a los cambios musicales de la época. En pleno surgimiento de corrientes como el Brit pop y la era cúspide del Grunge, trae Songs Of Faith And Devotion. En este álbum Gore deja emanar sin represiones su espiritualidad e introspección.
Judas es una canción que utiliza elementos como la fe y religión de metáforas para crear una letra donde el ser que desea ser amado y conquistado pide fervientemente que se luche por él y le demuestren su amor. Auditivamente evoca ambientes que la banda pocas veces exploró acompañado de sintetizadores más bien discretos y misteriosos.
El segundo tema que aporta es One caress. Sin duda una de las mejores composiciones que este cantautor ha creado. Acompañada de elementos en su totalidad orquestales se sumerge en un ambiente orgánico donde la letra nos habla de una entrega de amor y devoción total hacia la persona con la cual se ha decidido seguir por sobre todos las cosas difíciles. Usando en momentos metáforas alusivas a la fé para interpretar ese sentimiento.
En 1997 llega Ultra, un álbum que por primera vez no tenía en sus créditos el nombre de Alan Wilder, aun en estas circunstancias Martin Gore se inspiró para crear uno de los grandes temas del grupo: Home. Una canción con sofisticados elementos electrónicos y colándose entre ellos elementos orquestales que se adueñan de la pieza hacia el final, con uno de los solos de guitarra más inolvidables que el músico haya creado. Una melodía optimista, contrastante con la letra que describe una situación de desesperanza y soledad donde plantea una resignación apoyándose en la amistad incondicional de alguien para poder salir adelante. Un tema tan bien producido que al paso del tiempo sigue escuchándose atemporal.
The Bottom line es el segundo tema, en él se describe en una metáfora sobre el sentir en las relaciones cuando sé está dispuesto a dar amor incondicional sin pensar más que en la entrega total. El lado auditivo es una combinación de elementos acústicos con sonidos electrónicos ambientales que conforme avanza la melodía llega a recrear una sensación de calidez en el ritmo que nunca llega a subir de tono pero si cambia constantemente.
Ya en el nuevo siglo, el grupo parece haber desencajado por completo de la sombra de Wilder, esto acompañándose de productores que llevaron las composiciones de Martin Gore a ambientes auditivos más diversos.
En el álbum Exciter, un ejemplo claro de las exploraciones sonoras es Comatose. En él, Gore describe la sensación de soñar con el ser deseado y anhelado intentando transmitirlo sonoramente mediante extraños sampleos y sintetizadores hipnóticos que pueden hacer pensar como si estuviéramos presenciando algún proceso químico interno del ser humano provocado por lo que siente.
Aquí termina la tercera parte del artículo. Ya estamos adentrados en el siglo XXI y por finalizar el recorrido, en la parte final seguiré con su segunda creación para Exciter: Breathe…
Fuente fotografías: depechemode.com, martingore.com
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