La formula empleada en El Código Da Vinci o Ángeles y Demonios se repite; una película que tiene fallos pero cumple como lo han hecho sus antecesoras.
Este tipo de películas que involucran historia, arte y acción han cautivado a un público y eso es innegable; a partir del fenómeno de El Código Da Vinci se inició una saga de películas basadas en las novelas de Dan Brown. La primera de ellas resultó ser un boom polémico por el tema a tratar y la segunda recibió (a mi parecer) más críticas negativas de las que merece; de hecho considero que de esta trilogía ha sido la mejor.
Si has visto las anteriores películas o al menos una de ellas, no hay mucho que te pueda ofrecer Inferno, al menos algo nuevo. La temática es la misma, la forma en la que se desarrolla la acción es una calca y los giros argumentales poco pueden sorprender. Bien se puede titilar el “El código Da Vinci 3” y no pasa nada. Aunque en esta ocasión todo los enigmas y misterios a resolver girarán en torno a la vida de Dante y su legado.
Con lo anterior no quiero decir que sea una pérdida de tiempo, al contrario, si uno ha disfrutado de sus precuelas, seguramente el éxito está asegurado. Y si desconoces las anteriores producciones disfrutarás de una historia rodeada de historia, arte, enigmas y ciudades espectaculares. Repetir una fórmula que ha triunfado puede cansar pero el reto recae en mantener al espectador inquietado por ver qué sucede. Eso es lo que veremos en esta cinta; ya sabemos que hay un misterio, y que el profesor Robert Langdon será el único capaz de resolverlo gracias a sus conocimientos. También que cada artista dejó en sus obras acertijos que nos dejan un doble mensaje.
Al principio la película sufre para enganchar por completo, tiene un ritmo lento y las secuencias iniciales no ayudan mucho para la trama original de la película. De hecho, no tendrán conexión más allá de un personaje. Sus principales fallos, como en sus antecesoras, es que, por más que se empeñe en decir que hay un enigma por resolver o un peligro que amenaza a la humanidad, nunca se siente un peligro verdadero. Provoca querer saber más pero nunca llega el punto donde el final no sea predecible.
Inferno cumple su cometido de contar u a historia entre museos y ciudades históricas, de presentarnos un misterio basado en arte y adentrarnos a este submundo del profesor Robert Langdon, pero sólo hasta ahí. No hay nada nuevo que ofrecer y los giros argumentales poco sorprende. Una buena película para quienes disfrutan de este genero, una película más si la esperabas con muchas expectativas.
